20.9.18

El negocio más turbio de Aznar... y su ayudante Casado. Befesa, del grupo Abengoa, contrató en 2010 a Aznar para interceder con el Gobierno de Gadafi y conseguir adjudicaciones de cuatro nuevas desaladoras en Libia

"¿Cuál fue la participación del actual presidente del PP, Pablo Casado, en los negocios realizados por usted en Libia con el dictador Gadafi?”. 

Esta es la pregunta que este martes le ha formulado el diputado de Ciudadanos, Toni Cantó, al expresidente del Gobierno José María Aznar en la comisión parlamentaria que investiga la supuesta financiación irregular del Partido Popular.

Una cuestión que sólo rescató Cantó de la hemeroteca y que sorprendió a muchos de los presentes en la comisión parlamentaria, conscientes de que con su pregunta, el diputado de Ciudadanos reabría un escabroso asunto que ya parecía olvidado.

Aznar, Casado y Gadafi

Los hechos se remontan a 2010, cuando Befesa, filial del grupo Abengoa, contrató en septiembre de 2010 a Aznar para interceder con el Gobierno de Gadafi y conseguir adjudicaciones de cuatro nuevas desaladoras en Libia.

Algo que el expresidente del Gobierno admitió, defendiendo que la remuneración fue "perfectamente transparente, declarada y tributada" a Hacienda.

En la época en la que se produjo el negocio, que Abengoa cifró en 950 millones de euros, Casado ejercía como asistente y vocal de la oficina de Aznar. Es decir, era el hoy presidente del Partido Popular quien recibía las comunicaciones entre Aznar y el gobierno de Gadafi.

Algo a lo que Casado quitó importancia en su día. De hecho, el hoy presidente del PP aseguró que eso era "un formalismo", similar al de recibir también "una suscripción del ABC" a su nombre. Además, se excusó en que por aquella época, “Gadafi no era considerado un dictador”.

Hasta hoy en el olvido

Con su mayoría absoluta, el PP impidió que el asunto fuese a más pese a las investigaciones en prensa que lideró Eldiario.es. El Parlamentario Popular vetó su reprobación en el Congreso de los Diputados y la dirección del partido se esforzó en que el negocio más polémico de Aznar en el que se vio envuelto Casado quedara en el olvido.

Hasta hoy. Con gesto serio, Aznar ha respondido a Cantó lo siguiente: “Si me pregunta usted por el actual presidente del PP y qué tuvo que ver en unas actividades de asesoramiento empresarial en Libia, le tengo que decir que no tuvo nada que ver”.                 (José María Garrido, El Plural, 18/09/18)

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