6.7.18

Las escuchas a Sandro Rosell desvelan la "compra de un hígado ilegal" para Abidal

"La Guardia Civil y la Policía Nacional interceptaron al menos cuatro llamadas telefónicas en las que el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell admite implícitamente haber “comprado un hígado ilegal” para el exjugador y actual secretario técnico del club, Eric Abidal, que en 2012 fue sometido a un trasplante de ese órgano para superar un cáncer. 
Las conversaciones fueron remitidas automáticamente a la jueza que investiga a Rosell por blanqueo de capitales, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que decidió abrir una pieza separada al considerar que los hechos descubiertos podían ser constitutivos de un presunto delito de lesiones por tráfico de órganos. 
Dicha pieza fue enviada a los juzgados de Instrucción de Barcelona. [Más información sobre el Caso Abidal: Francia se negó a colaborar y provocó el archivo de la investigación]
La supuesta compra del hígado se habría producido tras la recaída de Abidal en un cáncer que le fue detectado en 2011. El entonces jugador del FC Barcelona fue intervenido del tumor en un primer momento en el Hospital Clínic de Barcelona y pudo volver a los terrenos de juego solo un mes después. 
Sin embargo, el club anunció en 2012 que el defensa francés había sufrido un empeoramiento y que necesitaba urgentemente un trasplante para poder afrontar la enfermedad. El 10 de abril de ese año, tras encontrar un donante, Abidal volvió a Barnaclínic, la rama privada del Clínic, y fue intervenido con un resultado satisfactorio.
 El Barça reveló entonces que el hígado había sido donado por un primo del jugador, desconocido hasta ese momento, que respondía al nombre de Gerard y residía en Francia. No trascendieron más detalles para respetar supuestamente el anonimato de ese familiar. En el verano de 2013, Abidal abandonó el club molesto con la directiva de Rosell por no permitirle seguir en la plantilla.
Intervenciones telefónicas realizadas en abril de 2017 han permitido descubrir ahora que el episodio de la donación habría tenido un trasfondo más siniestro. Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se toparon durante la investigación contra Rosell por blanqueo de capitales con cuatro conversaciones telefónicas entre el exdirigente blaugrana y uno o varios colaboradores —uno es identificado con su número de móvil y otro simplemente como “Juanjo”, por lo que podría tratarse de la misma persona—, en las que se reconoce de forma expresa la “compra de un hígado ilegal” para el jugador francés y se insinúa que la donación del supuesto primo fue un invento para evitar un escándalo.
La primera de las conversaciones se produjo el 20 de abril de 2017 a las 15:58, según consta en documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial. Rosell recibió una llamada desde el número XXX224778. Su intelocutor quería comentar una noticia del diario deportivo 'Sport' que se hacía eco de unas declaraciones de Abidal en las que este culpaba al expresidente del Barça de su marcha del club. 
Del diálogo se desprende que el interlocutor desconocido hablaba sobre la noticia con Bartomeu (al que se refiere como Barto), amigo personal de Rosell y la persona que le sustituyó al frente del club en 2014.
Según el interlocutor desconocido, Bartomeu le dijo que el defensa galo era un “hijo de puta” por criticar a su antecesor. Es en ese momento cuando el autor de la llamada le cuenta a Rosell: “Vamos a ver una cosa, es que no [inenteligible], Sandro… es que va contra nosotros [Abidal, se entiende]… a este tío le compramos un hígado ilegal”.
 Rosell reaccionó a esa grave afirmación con un sonido transcrito por los investigadores como un sencillo “ummm”. Su intelocutor siguió: “Y vendimos que era del primo, ¡que era del primo! Le pagamos dos años de contrato, lo que le quedaba”. A esta segunda revelación, Rosell ya respondió con un triple “sí”, corroborando presuntamente la veracidad de los hechos. Después, el diálogo discurrió sobre otros asuntos sin interés para la causa.


Ante la gravedad de la información, los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional remitieron un oficio a la jueza Lamela solo 24 horas después de que se produjera la llamada para dar “cuenta del conocimiento de un posible delito distinto a los investigados” inicialmente, que versaban sobre el presunto cobro y blanqueo de comisiones ilegales de la Confederación Brasileña de Fútbol y la firma de ropa deportiva Nike.
 “De ser cierto lo manifestado por el interlocutor de Rosell, ese hecho podría ser constitutivo de un delito de lesiones (tráfico de órganos). Lo que se participa para su conocimiento”, advirtieron los agentes.
Según ha podido saber El Confidencial, la instructora del caso decidió abrir una pieza separada ante la gravedad de los hechos. En esa decisión contó con el pleno respaldo de la Fiscalía, que también concluyó que las manifestaciones detectadas eran suficientemente explícitas y contundentes como para ser investigadas en una causa penal independiente.
Nuevas conversaciones apuntalaron las sospechas días más tarde. Según la información a la que ha tenido acceso este diario, el 27 de abril de 2017, a las 15:16, la Guardia Civil y la Policía Nacional detectaron una nueva llamada entre Rosell y un tal “Juanjo” que parecía de su máxima confianza. Este contó al expresidente que acababa de tener una “enganchada” con Abidal y que le había dicho que era “un hijo de puta” por atacar a Rosell. 
El exdirigente del Barça respondió asintiendo con la misma acusación —“¡Un grandísimo hijo de puta!”—, y añadió una nueva frase incriminatoria. “Un tío… Que le salvamos la vida, tío...”, dijo Rosell, ratificando las acusaciones de compra de un órgano para el jugador.
Al día siguiente, a las 17:19, Rosell volvió a hablar con el tal Juanjo. Este le informó de que estaba en Beirut, pero sacó pronto de nuevo el asunto de Abidal. Además de insistir en que el jugador era “un hijo de puta”, Juanjo le dijo a Rosell que el defensa le había pedido que le transmitiera que se “había portado muy mal con él”
 El interlocutor respondió entonces a Abidal: “Mira, Abi, si estás aquí hablando conmigo es porque tienes un hígado nuevo, ¿lo entiendes?”. El jugador contestó con un “no”. “Pues si no lo entiendes, no entiendes nada de la vida”, zanjó el interlocutor de Rosell.
La llamada se cortó justo en ese instante, pero fue reanudada unos segundos después. “Es que estoy en Bolivia”, se disculpó Rosell por si el corte se debía a una mala cobertura. Su contacto siguió hablando de la charla que había tenido con el futbolista. “Abidal, si estás aquí sentado hablando conmigo es porque alguien te compró un hígado, ¿eh? Y no me hagas hablar más, ¿eh?”, aseguró la persona de confianza del exdirectivo del Barça. Después quedaron en verse la siguiente semana y se despidieron.
Estas tres últimas conversaciones, interceptadas entre el 27 y 28 de abril de 2017, forman parte de un segundo oficio sobre “la posible compra del hígado de Abidal” que fue enviado igualmente a la jueza Lamela el 11 de mayo. Solo dos semanas después, el 23 de mayo, Rosell fue detenido en su casa de Barcelona por el presunto lavado de comisiones ilegales y enviado a prisión provisional. 
Tras el operativo, la instructora decidió remitir la pieza separada sobre la compra del hígado a un juzgado de la Ciudad Condal, al considerar que esos hechos no tenían conexión con el núcleo de su procedimiento. A partir de ese momento, las diligencias sobre el presunto tráfico de órganos continuaron en Barcelona, concretamente en el juzgado número 28.
Esta misma mañana se conocía, tras la información publicada por este diario, que la titular de dicho juzgado envió una comisión rogatoria a Francia para contrastar las sospechas que se sustraían de estas conversaciones. No obstante, el ilícito penal, un delito de lesiones por tráfico de órganos, carece de correspondencia en la jurisdicción gala y por ello, la reclamación de la instructora no tuvo contestación, lo que provocó el archivo.
Abidal ha hablado en numerosas ocasiones sobre su trasplante de hígado, pero siempre ha mantenido que fue una donación altruista de su primo Gerard. El pasado 6 de junio, en el Día Nacional del Donante, recordó de nuevo cómo fue ese momento de su vida y desveló que sigue tomando medicación a diario. Ha creado su propia fundación para concienciar a la población de lo importante que es convertirse en donante.
Además, acaba de cumplir su sueño de regresar al FC Barcelona. Bartomeu lo ha fichado para que se haga cargo de la Secretaría Técnica. Fue presentado el 19 de junio.
Rosell, que sigue en la prisión de Soto del Real desde su detención hace más de un año, también ha vuelto a la primera línea de la información recientemente, aunque por una noticia menos positiva. La jueza Lamela acordó la semana pasada su procesamiento por los presuntos delitos de blanqueo de capitales e integración en organización criminal, al considerar indiciariamente acreditado que utilizó una red societaria con ramificaciones en paraísos fiscales para blanquear 14,9 millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol y otros cinco millones de Nike.
Esta mañana, nada más conocerse la noticia, los abogados de Sandro Rosell han enviado un comunicado, publicado por RAC1, en el que afirman "no tener conocimiento de estos hechos ni de si son ciertos, ni qué juzgado lo instruye ni por qué no se tiene conocimiento del mismo un año después".
"Es extraño pensar que se puede comprar un hígado ilegal y trasplantarlo en un hospital público como es el Hospital Clinico. A lo largo de la mañana complementaremos la información", finaliza el texto."                    ( , , , El Confidencial, 04/07/18) 


"La verdad para mantener la credibilidad del sistema de trasplantes.

¿Qué ha podido ocurrir en este caso? Por el momento no lo sabemos. Hasta hace unos días, lo único que nos constaba era que todos los requisitos legales se habían cumplido escrupulosamente como en cualquier otra donación de vivo. 

Los tres controles estipulados en la ley: equipo de trasplantes, comité ético del hospital y juez (este último prácticamente exclusivo de España), destinados a garantizar que la donación es altruista y que no existen contraprestaciones económicas o en especie a cambio de la cesión del órgano, ni tampoco coacción sobre el donante, se cumplieron como no podía ser menos, y por tanto no había motivos para sospechar irregularidad alguna.

 Nuestra legislación no exige una relación familiar entre donante y receptor y cuando esta no existe o al menos no es muy estrecha, descartar compensaciones es posible, pero complicado. Nadie puede garantizarlo al cien por cien.

Todo cambia con la publicación de unas conversaciones demoledoras y que ponen el punto de mira en la compra por parte de sus protagonistas del hígado que sirvió para trasplantar a Abidal. La reacción de varios de los agentes involucrados en el proceso ha sido de manual: la negación absoluta. Todo se ha hecho de acuerdo con la ley (¡faltaría más!), los papeles están en orden y por tanto no hay más que hablar.

El desconocimiento por parte de algunos medios de cómo funciona el proceso parecía poner en duda que el fragmento de hígado se hubiera obtenido realmente de Gerard, el primo de Abidal, y que se hubiera conseguido por otra vía, algo monstruoso porque necesitaría la complicidad del equipo médico, pero que también debió pasar por la cabeza de la juez que pidió a Francia saber si existía o no la cicatriz quirúrgica en el abdomen de Gerard.

 El propio futbolista publica fotos en las que se les ve a ambos en el hospital en un presunto intento de aclarar la situación, que obviamente no aclara nada sino lo ya sabido: el lóbulo derecho del hígado de Gerard se trasplantó con éxito a Abidal. No hay ninguna duda de ello, bastaba con consultar a los cirujanos.

Lo verdaderamente relevante es otra cosa: sean o no familiares, algo importante pero no determinante y que habrá que aclarar plenamente, ¿el trasplante se hizo previo pago como dicen las grabaciones bien sea por parte del receptor o de terceros, burlando así todos los controles?

Hay un sentimiento compartido por todos: ojalá todo quede en nada y se demuestre que se ha actuado correctamente. Sin embargo, las motivaciones son muy distintas y poco tienen que ver las de los protagonistas, los abogados o el club empleador, con los de las organizaciones de trasplantes catalana (OCATT) y estatal (ONT) y el hospital involucrado. 

Para la ONT y el sistema español de trasplantes en general, cuyo lema ha sido siempre la tolerancia cero con el tráfico de órganos, la tentación de dar carpetazo al asunto que transmiten todos los demás, simplemente no puede ser una opción. El daño que puede causar, que de hecho ya está causando este caso, a la credibilidad del sistema difícilmente se podría solucionar con la táctica del avestruz, mirando para otro lado ante unas conversaciones de este calibre.

En esta historia no se entiende que la juez considerase que no pasaba nada y archivase el caso ante una respuesta funcionarial de la justicia francesa, también incomprensible. No se entiende que la ONT se entere por la prensa de unas escuchas realizadas hace más de un año y que ni la juez ni la Fiscalía ni la policía consultaran con la ONT como hicieron en su momento con los intentos de tráfico de órganos, desarbolados precisamente gracias a esa cooperación. Seguro que hoy tendríamos las ideas mucho más claras de haberse producido esa consulta.

Sea como fuere, y aunque haya a quien no le ha hecho ninguna gracia, hay que aplaudir de forma inequívoca la valiente decisión de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) de investigar el caso a fondo y eventualmente que la fiscalía se plantee reabrirlo. Es necesario ir hasta el final con todas sus consecuencias, porque una credibilidad labrada a lo largo de muchos años no admite en absoluto un cierre en falso.

 Doy por seguro, salvo sorpresas, que la revisión documental del proceso del trasplante no va a arrojar irregularidades relevantes, o si acaso alguna meramente formal, pero la solución debe ir por otro lado: si hay alguien que debería estar especialmente interesado en aclarar el caso y disipar toda sospecha deberían ser donante y receptor: el propio Abidal y su primo Gerard

 Por lo tanto, solo el testimonio voluntario de ambos, contestando abiertamente a las preguntas pertinentes, tanto de instancias judiciales como periodísticas, podría resolver este escabroso tema sin lugar a dudas. No parece tan complicado si hay voluntad de afrontarlo.

Y algo fundamental: las malas noticias que afectan a la limpieza del proceso de donación y trasplante producen un descenso de las donaciones de órganos que desgraciadamente se traduce en pérdida de vidas salvadas con esos órganos que no se han donado. 

Es lo que se llama “efecto panorama” en honor al programa de la BBC británica que en los años setenta ya produjo este desastre, y disponemos de múltiples ejemplos similares en todo el mundo. Es obligado establecer la verdad para mantener la credibilidad del sistema. Nos va en ello más de lo que puede parecer a primera vista."             

(Rafael Matesanz es fundador y director de la ONT desde 1989 hasta 2017, El Confidencial, 07/07/18)

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