"La delegación en Barcelona de FCC Servicios Ciudadanos ha manipulado
en los últimos años datos de la gestión del servicio de limpieza viaria y
retirada de residuos urbanos con el objetivo, presuntamente, de hinchar
irregularmente sus ingresos a costa del Ayuntamiento de Barcelona.
Así
lo revela una investigación de EL PAÍS, que evidencia la facturación de
servicios no realizados y la mezcla de residuos —envases para reciclar
con basura normal, por ejemplo— a espaldas del Consistorio. La cantidad
supuestamente defraudada en 2014 ascendería a unos 800.000 euros.
El Ayuntamiento de Barcelona ha tenido una reacción contundente tras
tener conocimiento de los hechos a través de las preguntas que le hizo
este diario hace unos días.Tras una rápida investigación, que confirmó
las evidencias, la Oficina de Transparencia del Consistorio ha puesto el
asunto en manos de la Fiscalía al apreciar indicios de delito. El
asunto será discutido hoy en la Comisión de Gobierno de la ciudad.
FCC, por su parte, defiende su gestión en Barcelona en los últimos
años: “Es un servicio muy complejo en el que hemos mostrado una gran
calidad desde hace décadas”. Directivos de la compañía niegan que esta
haya tenido un sistema de gestión paralelo con el objetivo de aumentar
sus ingresos irregularmente.
Tras ver algunos documentos mostrados por
este diario, sin embargo, afirmaron que es “urgente” aclararlos y
anunciaron la “apertura inmediata de una investigación interna”. “Nos
vamos a poner en contacto y a plena disposición del Ayuntamiento”,
añadieron.
De las cuatro adjudicatarias que se reparten la limpieza viaria y la
gestión de residuos de Barcelona, FCC es la que se encarga de la mayor
porción. Gestiona los distritos de Ciutat Vella, Eixample y Gràcia,
cerca del 40% de la factura municipal. La contrata vigente fue
adjudicada en 2009 y expira en 2019. FCC ingresa por ella unos 106
millones al año.
Los que siguen son los hechos más relevantes descubiertos por este diario.
Cobrar más por menos
De las distintas fracciones en las que se dividen los residuos
urbanos —basura normal, papel, cristal, muebles y tastos viejos, envases
para reciclar...—, el fraude se centra en los dos últimos. En ambos
casos, la empresa cobra según un sistema de tramos que establece un
precio menor por tonelada a medida que crece el volumen de residuos
recogidos. Por ello, puede darse el caso de que, si se "salta de tramo"
por poco, FCC acabe por ingresar menos dinero.
Los documentos muestran cómo los ingenieros de FCC maniobran para no
saltar de tramo. En un correo electrónico fechado el 2 de octubre de
2014, uno de ellos avisa que es "preocupante" la evolución de la
recogida de muebles y trastos viejos, llamados "voluminosos".
"Llevan un
incremento del 6,01%, lo que haría que las toneladas anuales llegaran a
7.510,09, pasando el cambio de tramo marcado en 7.500. Esto nos
supondría un coste de 157.000 euros más coeficientes". El coeficiente es
un porcentaje —el 4,35%— del total de facturación y corresponde al
beneficio industrial establecido en el contrato.
"En el caso de los envases", sigue el correo, "el incremento es del
1,09%, lo que haría que las toneladas anuales llegasen a 5.974,71. El
cambio de tramo está marcado en 6.000 toneladas. Estamos a 25 escasas.
Pasarlas supondría un coste de 50.000 euros más coeficientes", advierte
el ingeniero.
El desvío de los envases
En diciembre de 2014, FCC comprueba que la recogida de envases —botellas de plástico, latas de conserva, tetra briks...—
está a punto de saltar de tramo y empieza a desviar estos residuos para
hacerlos pasar como basura normal, llamada "de rechazo".
La forma de
hacerlo es dejar camiones parcialmente cargados con envases, acabar de
llenarlos con basura normal y hacer pasar toda la carga como si fuera de
este último tipo. En un mensaje escrito en catalán el día 10, un
ingeniero ordena pasar a "una fase B" que consiste en dejar por la noche
camiones cargados con una tonelada de envases para "que lo completéis
con residuo de rechazo y que se vacíe en Besòs", la planta donde se
incinera la basura normal de Barcelona.
"Y en unos días lo volvemos a
valorar. OK?", acaba el mensaje. "Tener en cuenta, mezclarlo con
rechazo", añade otro miembro del equipo.
El desvío de los voluminosos
Si la evolución al alza de la recogida de envases no obliga a actuar
al equipo de FCC hasta diciembre, en los voluminosos la tendencia es tan
clara que la empresa empieza a hacerlo mucho antes y de varias formas.
El día 2 de octubre, un miembro del equipo da instrucciones para que
se desvíen como "abandonados" —otro tipo de residuo, formado por objetos
grandes localizados en partes de la ciudad y horas en las que no está
programada la recogida de muebles y trastos viejos— "unos 2.500
kg/semana" de voluminosos "durante este mes de octubre; luego ya
veremos".
Una segunda forma de reducir los registros oficiales de voluminosos es
hacerlos pasar como "LP", limpieza pública, aquella que es recogida por
los trabajadores de FCC en las calles al barrer, vaciar papeleras...
Otra vez, el desvío se hace dejando camiones cargados por la noche con
voluminosos y descargarlos al día siguiente como "LP".
En solo 12 días de diciembre de 2014, FCC dejó 33 camiones cargados
de voluminosos por la noche para fueran desviados al día siguiente como
LP.
La precisión con la que los ingenieros llevan las cuentas es tal que
en diciembre ordenan recoger solo una cantidad determinada de
voluminosos (cada día distinta) para desviar el resto como limpieza
pública.
Facturación de servicios no prestados
Los documentos —referentes a los años 2013, 2014 y 2015— revelan que
FCC saca de media a la calle en cada turno un 3,3% menos de brigadas de
limpieza que las que luego factura al Ayuntamiento, unas ocho o nueve
por turno. El fraude se centra en los equipos que barren la calle con un
carrito, ya que son los únicos que no van equipados con equipos GPS. La
falta de este dispositivo impide a los técnicos municipales detectar la
falta de equipos en las calles.
Los datos en poder de este diario corresponden al distrito de Gràcia y
Esquerra del Eixample, que suponen cerca del 40% de la parte de la
ciudad que limpia FCC. La cantidad cobrada de más por FCC en estas dos
zonas asciende a unos 600.000 euros anuales, según la estimación hecha
por fuentes municipales.
Estas fuentes explican que "una parte de ese dinero, 173.000 euros en
2015, ha sido recuperado gracias a las sanciones impuestas por los
inspectores, que en algunos casos sí detectaron la falta de medios en
las calles". "Pero con los datos queda claro que ni el sistema de
inspecciones, 9.000 al año, es suficiente, ni las sanciones
disuasorias", añaden estas fuentes.
La contabilidad paralela
El contrato establece que la adjudicataria tiene que incorporar todos
los datos sobre la marcha del servicio a un programa informático
denominado PAI (Programa de Asignaciones e Incidencias). Este programa
vuelca luego la información a otro, llamado Signet, que es el que el
maneja el Ayuntamiento para controlar la contrata.
Pero, según se desprende de los correos electrónicos, FCC lleva una
contabilidad del día a día al margen y, en aquellos casos que le
interesa, introduce al PAI datos alterados. El objetivo es no revelar el
desvío de residuos y la facturación de servicios no realizados. En un
mensaje, un ingeniero da instrucciones de lo que se debe y no se debe
introducir en PAI.
Según la los datos oficiales, FCC recogió en 2013 un total de 7.111
toneladas de voluminosos y se quedó a 389 de saltar de tramo. En 2014,
el año del que este diario dispone más información, las cifras fueron
mucho más ajustadas.
La compañía recogió 7.401 toneladas de voluminosos y
5.943 de envases, a solo 99 y 57 de saltar de nivel, respectivamente.
En 2015, la cantidad de voluminosos se mantuvo por debajo del salto de
tramo por apenas 29 toneladas, mientras la tendencia al alza de los
residuos fue tan firme que ya superó holgadamente el límite por 219
toneladas.
Un fraude del 0,7% del contrato
Los ingenieros calculan cada mes cuánto dinero dejaría de ingresar
FCC a final de año si saltan de tramo en la recogida de envases y
voluminosos. La suma asciende a entre 200.000 y 300.000 euros en 2014
—la cantidad exacta va cambiando mes a mes en relación al ritmo de
recogida de los residuos—, cifra a la que hay que sumar los al menos
600.000 euros facturados de más por las brigadas de limpieza.
La
cantidad total supuestamente defraudada asciende a entre el 0,7% y el
0,8% de los 106 millones que percibe anualmente FCC por la contrata." (Investigación, El País, 17/11/16)
No hay comentarios:
Publicar un comentario