"Casi un año después de estallar el escándalo de emisiones de Volkswagen, otro gigante de la industria alemana es acusado de haber participado activamente en el fraude. Robert Bosch GmbH, el mayor suministrador de la industria automotriz del mundo, jugó un papel clave en el desarrollo de la tecnología para trucar las pruebas de emisiones contaminantes de los modelos diésel de Volkswagen (VW) al permitir su uso, según el escrito de acusación de los abogados ante la Corte Federal de San Francisco (EE UU).
El pasado 18 de agosto, los abogados que representan a 171
propietarios de coches AUDI, Porsche y Volkswagen que estaban afectados
por el fraude de las emisiones en Estados Unidos presentaron una demanda
contra VW ante la Corte Federal de San Francisco. En la demanda
involucraron a Bosch en el engaño y calificaron a la firma como un
“partícipe activo en una conspiración masiva para defraudar durante una
década a los consumidores estadounidenses”, según los abogados
estadounidenses.
Varios medios alemanes, entre ellos, los periódicos Die Welt y Süddeutsche Zeitung,
han tenido acceso a la voluminosa documentación presentada por los
letrados, de más de 700 páginas. Y este miércoles han publicado parte
del contenido de la acusación. Según las informaciones basadas en la
acusación de los letrados, BOSCH habría supervisado durante años, el
desarrollo y el uso de un software que hacia posible trucar las emisiones de gases contaminantes.
La acusación presentada por los abogados ante la Corte Federal de San
Francisco señala también que Volkswagen nunca habría podido utilizar el
programa informático para manipular las emisiones sin el consentimiento
de BOSCH. La empresa, que tiene su sede en Stuttgart, estaba al
corriente del uso que los ingenieros de VW querían darle al software para falsear las emisiones, según el documento.
Bosch despertó las sospechas de los abogados, cuando estos
descubrieron que la empresa había exigido a VW, en una carta fechada el 2
de junio de 2008, que debía indemnizarle si se culpaba al suministrador
como responsable de que no se autorizara el uso del programa
informático que controlaba las emisiones y falseaba los datos de
emisiones.
En la carta, BOSCH advierte a Volkswagen que el uso del software
puede ser clasificado en Estados Unidos como un “dispositivo
manipulador (defeat device) cuyo uso está prohibido en ese país. VW
ignoró la petición de BOSCH, pero la firma siguió trabajando en el
programa informático, una decisión que convirtió a BOSCH en cómplice del
fraude, según el escrito de acusación que califica a la firma de
componentes como un “activo y consciente protagonista de una
manipulación destinada a engañar a los clientes”.
De acuerdo con el escrito de acusación presentado por los abogados
que defienden los intereses de 171 propietarios de coches afectados por
las emisiones, VW jamás habría podido utilizar el software para
trucar las emisiones sin la ayuda de Bosch. A partir de 2011 un grupo
de 20 ingenieros de Bosch comenzaron a diseñar un código para el
software bajo el nombre “ECD17” (Control electrónico Diésel 17, en
español), cuya función era activar una alarma cuando un coche era
sometido a una prueba técnica en la emisión de gases contaminantes. Un
año más tarde, 35 ingenieros de VW tuvieron acceso a los detalles
técnicos del software, que en su momento fue clasificado como “altamente secreto”.
“La modificación del software no habría sido posible sin la
cooperación entre VW y Bosch. Esa cooperación se logró gracias a un alto
grado de coordinación entre Bosch y VW”, añade la acusación.
Las sospechas sobre la participación de Bosch en el escándalo de
emisiones nacieron poco después de que se descubriera el fraude, pero
BOSCH reaccionó con rapidez y se defendió, que había advertido en 2007 a
Volkswagen sobre el uso indebido del programa. Según la empresa, el software había sido suministrado a VW para uso interno y de prueba, pero no para el uso comercial.
En un comunicado Bosch también advirtió que no podía dar más detalles
porque le unía a VW una “cláusula de confidencialidad”. Ante las nuevas
revelaciones periodísticas, BOSCH no quiso reaccionar y solo repitió
que la empresa evitaba hacer comentarios sobre procesos que están en
marcha.
En cambio, el periódico Süddeutsche Zeitung afirmó que, sin el
consentimiento de BOSCH, VW no habría podido introducir cambios en el
software para manipular la emisión de gases tóxicos" (El noticiero universal, 08/09/16)
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