"Mario Conde está en la cárcel. Incondicional y sin fianza. Su abogado, consellere
en su trasiego de dinero de paraíso fiscal a paraíso fiscal, Javier de
la Vega, también. La Guardia civil les pilló hace una semana con las
manos en la masa, moviendo (recuperando) el dinero (o parte de él) que
el exbanquero disimuló de las cuentas de Banesto.
El abogado de ambos podría ser, si fructifican los contactos ya
existentes, José Ángel González Franco, letrado barcelonés experto en
delitos económicos y tributarios. En la recámara, por si la cosa se
encamina hacia el Tribunal Supremo, se encuentra el letrado Adolfo
Prego, exmagistrado del alto tribunal durante más de 16 años.
Jueces y el PP
Prego es un abogado al que se relaciona de forma muy estrecha con el
Partido Popular. Así, es uno de los defensores del PP en casos como la
Gürtel o la Púnica. Prego es muy amigo de magistrados como Cándido Conde
Pumpido, al que algunas fuentes policiales relacionan con determinado
empresario catalán recientemente excarcelado.
El hijo de Conde Pumpido, abogado, aparece ahora en los llamados Papeles de Panamá.
En 2008 requirió los servicios del despacho Mossack Fonseca para abrir
una sociedad relacionada con un proyecto inmobiliario en Panamá.
Endogamia judicial
Cándido Conde Pumpido, hijo, está imputado por blanqueo de capitales de una mafia de prostitución, el caso Pokemon. Al
parecer, intentó presionar a la juez instructora por escrito, a través
de un mail en el que esgrimía sus contactos en el alto tribunal.
Otros de los jueces amigos de Prego son los magistrados Perfecto
Andrés Ibáñez y Manuel Marchena. Precisamente el magistrado Marchena
tiene una estrecha relación de amistad con Nicolás González-Cuellar,
catedrático de Derecho Penal y abogado del recién dimitido ministro José
Manuel Soria. Marchena apadrinó públicamente el ultimo libro escrito
por González-Cuellar Ecos de la Inquisición, un tratado sobre Derecho Penal que, por cierto, postula diluir la capacidad de investigación de los jueces de instrucción.
'Doctrina Trillo'
Un fiscal de sala cuya identidad prefiere mantener en el anonimato ha explicado a Crónica Global
que esta amalgama de abogados, jueces, magistrados y casos de delito de
cuello blanco se regula en base a lo que se ha dado en llamar en los
corrillos judiciales de Madrid la doctrina Trillo, en honor al
que fuera ministro del PP. Se trata de una doctrina que sugiere un manto
de protección jurídica para aquellos imputados del mundo de la alta
política y las finanzas vinculados con casos de corrupción.
Un contubernio indecente
Esa misma fuente, experto conocedor de lo que se maquina en la cocina
de los tribunales de la capital, se lamenta porque “en España no se ha
hecho aún la transición política en materia judicial” y sentencia que
“esos delincuentes de cuello blanco, saben a qué abogado hay que
recurrir cuando su caso llega al Tribunal Supremo”. (Carlos Quílez, Crónica Global, 16/05/16)
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