"La Guardia Civil ha detenido la mañana de este lunes en Madrid al expresidente de Banesto Mario Conde,
quien supuestamente lleva meses repatriando desde Suiza y otros países
el dinero del banco del que se apropió a finales de los años 80 y
comienzos de los 90.
La operación que se desarrolla en este momento
incluye registros en los domicilios particulares de Conde y también en
varias sociedades construidas por él en España para disfrazar
supuestamente el retorno de los millones que se apropió de la entidad. (...)
Además de Conde hay otras siete personas de su entorno detenidas,
entre ellas sus dos hijos. Fuentes judiciales han confirmado el arresto
de Alejandra Conde. Los arrestados son sospechosos de llevar meses
ayudándole a repatriar el dinero, tanto desde el país helvético como
desde Reino Unido. Según fuentes de las pesquisas, Conde, que hoy tiene
68 años, ha logrado traerse a España en los últimos años cerca de 10
millones de euros.
La operación, coordinada por el juez de la Audiencia Nacional
Santiago Pedraz, se centra en los supuestos delitos de blanqueo de
capitales y contra la hacienda pública. El juez investiga la creación de
un entramado de sociedades, a nombre de terceras personas, para la
repatriación del dinero a través de préstamos, ampliaciones de capital e
ingresos en efectivo, siempre según fuentes judiciales, informa Fernando J. Pérez.
La detención del exbanquero se produce 23 años después de que estallase el caso Banesto y 11 años después de que abandonase la cárcel
tras dar los jueces por cumplidos los 20 años de prisión que le impuso
el Tribunal Supremo en julio de 2002 por delitos de apropiación
indebida, estafa y falsedad documental. Conde dejó un agujero de 2.700
millones de euros en Banesto (la entidad tuvo que ser intervenida en
diciembre de 1993 por el Banco de España).
El tribunal sentenció que Conde no había dado cuenta del destino de millonarias sumas de dinero
trasladadas a sociedades extranjeras vinculadas con él; por ejemplo, de
los 3,6 millones de euros (600 millones de pesetas de entonces)
desviadas a una cuenta en suiza de la sociedad Argentia Trust, entre
otros desvíos dinerarios.
El exbanquero ha empleado una ingeniería financiera para traer de
vuelta el dinero (lleva más de dos años haciéndolo) parecida a la que
desplegó para sacarlo de España a finales de los 80 y comienzos de los
90, tras estafar a los accionistas y a las propias arcas de la entidad
(más tarde absorbida por el grupo Santander).
Todos los indicios apuntan a que se trata del dinero que robó del
banco. Y lo ha hecho poco a poco, tras tejer una maraña de sociedades.
Al menos tres de ellas en España y casi una decena en el extranjero, con
las que ha intentado camuflar la vuelta del dinero.
La mecánica empleada para retornar los millones ha sido, por un lado,
el trasvase de dinero derivado de falsas prestaciones de servicios
entre sus sociedades radicadas en España y las del extranjero; fingidas
ampliaciones de capital acometidas en algunas de sus sociedades
españolas y aparentes préstamos no devueltos entregados por las firmas
situadas en el exterior en favor de las españolas. Para esta tarea, se
ha servido de testaferros, entre ellos sus hijos, y también algunos
braceros y empleados de sus fincas.
La Fiscalía Anticorrupción ha sido paciente viendo cómo
periódicamente llegaban remesas de dinero desde países extranjeros,
sobre todo Suiza, a las cuentas de Conde en España.
Tren de vida acomodado
El expresidente de Banesto se marchó hace unos días a Sevilla, en
vísperas del comienzo de la Feria de Abril, pero volvió anoche a su casa
de Madrid. En rprincipio, será puesto a disposición de la Audiencia
Nacional el próximo miércoles, después de tomarle declaración en
dependencias del instituto armado.
Conde dejó la cárcel y accedió al tercer grado penitenciario en 2005
(tras cumplir 11 de los 20 años de condena). El juez de vigilancia
penitenciaria entendió que ya había expirado gran parte de su condena:
le fueron otorgados casi todos los beneficios penitenciaros de reducción
de pena que establecía el extinto Código Penal de 1973: un día menos de
prisión por cada día de trabajo dentro y otro por cada dos días de
cautiverio.
También valoró el juez para otorgarle el tercer grado que el
exbanquero había empezado a devolver el dinero sustraído del banco.
Tenía que devolver unos 15 millones y entregó 1,5 millones poco antes de
acceder al régimen de semilibertad, el tercer grado. Junto a él,
también por el caso Banesto, fue condenado su entonces hombre de
confianza en Banesto, Arturo Romaní. Este devolvió seis de ocho millones
de los que, por su parte, se apropió. Solo entre ambos, debían devolver
unos 23 millones de euros.
Pero al salir de la cárcel, ya no hizo más entregas de dinero. Y
volvió a las mismas fincas de las que disponía antes de ingresar en
prisión por el caso Banesto. Una vez libre, se hizo accionista de la
cadena de televisión Intereconomía y convirtió en habituales sus
apariciones en el programa de debate El Cascabel y el gato. Cobraba 3.000 euros mensuales por sus intervenciones.
Conde ha podido disfrutar de muchas de sus fincas e inmuebles porque, aunque en la sentencia que le condenó a 20 años
se estableció el decomiso de sus bienes para garantizar la devolución
del dinero al banco y sus accionistas, la mecánica judicial propició que
los jueces olvidaran pedir a los respectivos registros oficiales que
hiciesen anotaciones preventivas de embargo. De lo que se aprovechó
supuestamente el exbanquero para hipotecar algunas de las fincas,
haciendo así inviable el poder subastar parte del patrimonio que seguía
disfrutando sin perjudicar a terceros de buena fe.
El 9 de octubre de 2012, durante el transcurso de la pasada campaña
electoral autonómica gallega, a la que Conde se presentó como candidato
por el partido Sociedad Civil y Democracia, la Audiencia Nacional cayó
en el despiste y ordenó el embargo de cinco de sus fincas. El exbanquero
negó entonces tener relación alguna con ellas. Algunas las tiene a
nombre de familiares y testaferros, según las pesquisas.
Familiares y testaferros
Junto a Conde, está prevista la detención de otras siete personas, en
su mayoría testaferros. La investigación es por delitos de blanqueo de
capitales (aflorar dinero de procedencia ilícita), entre otros. Aunque
ya ha cumplido cárcel por el robo del dinero, ahora ha podido cometer
otros delitos, lo que, unido a las tretas empleadas para obstruir la
acción de la justicia (los embargos), puede llevarle nuevamente a
presidio.
Conde siempre mantuvo ante los tribunales que le condenaron (primero
la Audiencia Nacional y después el Tribunal Supremo) que el dinero
evaporado de Banesto y hallado por la justicia en cuentas en Suiza no
era suyo sino destinado a terceras personas a cambio de mejorar la
imagen de la entidad y conseguir exenciones fiscales.
También sostuvo
que había sido víctima de lo que definió como el sistema
(escribió un libro sobre ello en el que deja entrever la confabulación
de una suerte de poderes fácticos, incluido el Gobierno del PSOE, que
habrían conspirado contra él para atajar su fulgurante carrera en el
mundo financiero y frenar sus aspiraciones políticas).
Uno de los motivos de su condena fue por distraer de la entidad al
menos 3,6 millones de euros que ocultó a través de la sociedad Argentia
Trust. Pero la conclusión judicial es que la cantidad sustraída, por él y
otros altos directivos de la entidad, fue muy superior a la acreditada
judicialmente.
Conde consiguió años después de entrar en prisión que un
juez de Madrid abriese otra causa e investigase quién estaba detrás de
los 600 millones de Banesto ocultados a través de Argentia Trust. Con
ello, Conde trataba de convencer a la ciudadanía de que era inocente y
de que los jueces se equivocaban condenándole. La justicia se negó a
revisar la causa y dijo que todo era un asunto ya juzgado. Y no dio
crédito a lo que consideró una artimaña autoexculpatoria.
La operación en la que hoy ha sido detenido el expresidente de
Banesto lleva muchos meses gestándose bajo el impulso de la Fiscalía
Anticorrupción. Un chivatazo alertó a Hacienda y luego a la Fiscalía de
que estaba llegando dinero a España desde el exterior con destino a
sociedades tras las cuales estaban el exbanquero o testaferros suyos." (El País, 11/04/16)
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