16.6.15

Las eléctricas pagaron cientos de millones de euros a empresarios locales y altos cargos de la Junta de Castilla y León, por la instalación de parques eólicos


 "La Agencia Tributaria ha denunciado a la Fiscalía Anticorrupción el presunto pago de comisiones para facilitar la instalación de parques eólicos en Castilla y León. 

Un informe de 94 folios elaborado por la inspección de la Agencia Tributaria y fechado el pasado 30 de diciembre al que ha tenido acceso este diario concluye “la existencia organizada de un conjunto de personas y sociedades con reparto de funciones y mantenida a lo largo del tiempo” que cobraron de las eléctricas al menos 110 millones de euros para agilizar la tramitación de parques eólicos en esa comunidad.

 Hacienda incluye en esa organización a “autoridades públicas de Castilla y León”, “las empresas eléctricas que iban a hacer la instalación y explotación de los parques”, “los intermediarios promotores de los parques eólicos que obtuvieron las autorizaciones administrativas precisas” y “las sociedades propiedad de los empresarios locales que, sin motivos económicos válidos, recibieron las transferencias de fondos o de acciones por importe superior a 110 millones de euros”.

El informe detalla siete operaciones en las que las eléctricas terminan pagando a empresarios locales o altos cargos estas cantidades directamente o mediante la transmisión de acciones en sociedades creadas para la explotación de los parques y sin que se produzca ninguna contraprestación o actuación concreta.

La conclusión es que las eléctricas transfieren las acciones de las sociedad creadas de tal forma que “se multiplica por cientos de veces, incluso miles, el capital inicialmente aportado, sin que en la mayoría de los casos hayan llegado a instalarse los aerogeneradores para la producción de energía”.

La Agencia Tributaria ha detectado que entre los beneficiarios hay personas que entonces ocupaban cargos de responsabilidad en la Consejería de Economía de Castilla y Leon, la que autorizaba los parques.

Uno es el entonces viceconsejero, Rafael Delgado Núñez, el que firmaba las autorizaciones administrativas “en virtud de acuerdos de avocación específicos”. Este diario ha intentado sin éxito localizar a Delgado Núñez. Como muchos de los citados, sí que declaró ante la inspección. Allí afirmó que el proceso en esa comunidad había sido “altamente eficaz” porque apenas había recursos ante los tribunales y que valoraban que “las empresas solicitantes tuviesen interés regional”, siempre según el informe.

Sin embargo, el principal señalado por el documento es Alberto Esgueva, que fue hasta 2006 consejero delegado de Excal, empresa pública de la Junta dedicada a fomentar exportaciones. Su grupo empresarial es uno de los más beneficiados por las operaciones. Desde el pasado mes de septiembre reside en Polonia, donde dirige una empresa inmobiliaria. No ha querido hablar para este diario pese a las reiteradas peticiones a su secretaria.

El responsable de la Consejería de Economía es Tomás Villanueva, que lleva en el cargo desde 2003 y es considerado como la mano derecha del presidente autonómico, Juan Vicente Herrera (PP). Su nombre se menciona en el informe para señalar que Delgado Núñez “desempeñó un puesto muy importante en dos consejerías de la Junta de Castilla y León (Economía y Educación) cuya titularidad correspondió al consejero Tomás Villanueva, de manera que cuando el consejero cambiaba de consejería también lo hacía Rafael [Delgado], ya fuera como viceconsejero o secretario general”.

Un portavoz de la consejería señaló que desconocen todo sobre el informe, que por lo que saben las autorizaciones se dieron correctamente y que si hubo transferencias entre empresas eso no les consta. El consejero no quiso hacer declaraciones.

El inspector documenta multitud de pagos que tienen una respuesta inmediata en concesiones administrativas o decisiones de la Junta para poner en marcha los parques eólicos. En alguno de los casos, los pagos desbloquean decisiones que estaban pendientes desde hace más de seis años. En otros, al fin de la transmisión de las acciones le sigue la firma por Rafael Delgado solo dos días después de la autorización administrativa que estaba parada desde hace tres años.

El “sistema” de funcionamiento es que las eléctricas que querían instalar parques eólicos formaban empresas mixtas vehículo junto con cargos de la consejería o empresarios locales “relacionados con el poder autonómico”.

Lo hacían a pesar de que eran las propias eléctricas las que “presentan el proyecto, el estudio de impacto ambiental y actúan como promotoras del parque eólico, ya que son ellas las que realizan los estudios de medición del viento [...] y los que realizan la totalidad de los trámites administrativos para la obtención de los permisos, licencias y autorizaciones sin participación alguna de los empresarios de Castilla y León”.

Al asociarse con un empresario local o un alto cargo autonómico, agilizaban los trámites. Una vez conseguida la autorización para instalar el parque, las eléctricas recompraban las acciones a su socio local por un precio que multiplicaba el capital que estos habían desembolsado.

“Los hechos descritos parecen indicar que para que pudiera avanzar la tramitación administrativa y para que fuese otorgada la autorización de los parques eólicos fue preciso llevar a cabo una aparente asociación teledirigida con alguno de los grandes grupos económicos de la comunidad, propiedad de personas que habían desempeñado puestos de relevancia en sociedades participadas por organismos públicos integrados en la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León (Caso de Alberto Esgueva Gutiérrez), bien habían desempeñado cargos de relevancia o bien tenían importantes relaciones económicas con las distintas consejerías de la Junta (Caso del Grupo Collosa y del Grupo Parqueolid)”, señala el inspector de Hacienda.

En esas conclusiones, el inspector asegura reiteradamente que “no nos encontramos ante relaciones empresariales normales, puesto que las relaciones observadas no son propias de la lógica mercantil” y deduce que son traspasos de fondos que “carecen total y absolutamente de motivo económico válido”. La investigación de Hacienda afecta a 35 parques eólicos aprobados entre 2004 y 2007. Sin embargo, hay pagos posteriores y llegan hasta 2009, conforme los aerogeneradores se pusieron en marcha.

Una de las empresas de renovables que más pagó por la instalación de parques eólicos es Preneal, una sociedad dirigida por el expresidente de Visa en España y ex secretario de Estado con la UCD, Eduardo Merigó. Ante Hacienda, este “manifestó en reiteradas ocasiones que su sociedad se sentía víctima del sistema”. Merigó no ha respondido a las múltiples llamadas de este diario.

Preneal pagó seis millones a San Cayetano Wind, empresa del alto cargo Rafael Esgueva, y lo hizo “sin obligación ni contraprestación alguna”.

También abonó siete millones a Cronos Global (propiedad al 50% de Esgueva). En diciembre de 2014, un representante de Preneal declaró ante Hacienda que esta firma era la que había hecho todos los trabajos, que “no necesitaba en absoluto la prestación de servicios por parte de ninguna otra sociedad” y que Cronos Global “no colaboró en ningún momento en la obtención de autorizaciones administrativa” “ni realizó ni presentó los proyectos de instalación de parques eólicos”. Esos parques siguen hoy sin estar aprobados, pero Cronos Global sí recibió siete millones de euros tras haber puesto 1,5 millones.

En esos años, Cronos Global tuvo un “importante movimiento de divisas impropio del final de una fase alta del ciclo económico y del inicio de la recesión. Baste decir que una sociedad que podría catalogarse de pequeña, tiene unas salidas de divisas por importe de 100 millones de euros (con destino a Polonia y en menor medida a Estados Unidos) y unas entradas de 38 millones”.

El otro 50% de Cronos Global pertenece a Luis María García Clerigó y su familia. Clerigó es presidente de Parqueolid, una constructora de Valladolid. Clerigó afirmó a este periódico que hace siete años tuvo un ictus y que no recuerda nada de aquello. Parqueolid ya está cerrada. 

 Esta empresa, según Hacienda, recibió de la Consejería de Economía 50 millones por un edificio en el que reordenaba sus sedes. Hacienda ya remitió a la fiscalía esa operación. Por esto, un juzgado de Valladolid investiga las cuentas personales de Rafael Delgado, número dos de Economía durante ocho años e imputado en ese caso.

Preneal además pagó 10,48 millones al Grupo Collosa, una importante constructora de Valladolid, que había colocado 51.000 euros. “El inspector no ha encontrado ninguna prueba, siquiera indicios, de que entre ambas sociedades existiera una prestación de servicios por parte de Inverduero”. Un portavoz de Collosa señaló que “la empresa no tiene constancia de la existencia de ese informe y prefiere no opinar hasta conocerlo”.

No es solo Preneal la que pagó. Una de las filiales de Collosa, Inverduero, firmó en 2005 con Endesa un acuerdo para desarrollar parques eólicos. Fundaron Prodener I para construir un parque eólico en Burgos. La empresa local puso 15.000 euros y dos años y 26 días después Endesa recompró las acciones por 2,485 millones.

 Un portavoz de Endesa señala que han revisado el contrato y que no ven nada anómalo. Explica que por problemas de financiación de Inverduero decidió vender para no bloquear el proyecto y que lo hizo por 2,5 millones cuando estaba tasado en 4,2.

 “Actualmente, se mantienen con Inverduero otros dos proyectos eólicos, a través de Enel Green Power. Uno de ellos es anterior a esta operación y el otro, posterior. Ambos parques se encuentran operativos, por lo que queda patente que Inverduero no era ni es un socio financiero o instrumental, sino un socio claramente industrial local e implicado en el desarrollo de los proyectos, si bien tuvo que salirse del anteriormente mencionado por los problemas financieros que les afectaron en 2009”, explica por correo.

Collosa es una empresa que “se ha caracterizado por la realización de importantes operaciones comerciales con las distintas consejerías del Gobierno autonómico así como organismos dependientes de la Administración central y local”. Collosa participó con un 35% en la empresa que construyó el edificio de las Cortes de Castilla y León. Entre 2006 y 2007 facturó 134,4 millones a la Junta de Castilla y León. Además, uniones de empresas en las que participó Collosa facturaron otros 304,2 millones a la Junta en ese periodo.

Hacienda resalta que “todas estas actuaciones de aparentes opciones de compra, compras y ventas de valores culminan con traspasos de ingentes cantidades de millones a grupos económicos de Castilla y León y de la secuencia temporal del proceso administrativo y de los hechos descritos se puede inferir, presumiblemente, cierta correlación entre ambos”.

“Resulta cuanto menos sorprendente que en los meses previos al 12 de julio de 2007, cuando Rafael Delgado deja su puesto de viceconsejero de Economía, para ocupar el de secretario general de la misma consejería, se produjera la firma de un gran número de resoluciones, hecho que resulta inusual de haberse seguido la secuencia temporal que debería haber llevado el proceso de autorización de los parques”, añade.

Su conclusión es que “el exorbitante volumen de las cantidades de dinero transferido a los grandes grupos económicos de Castilla y León que, tomando en consideración, exclusivamente los siete casos expuestos sin perjuicio de que hayan existido muchos más, asciende a importes de 47, 35, 10, 7, 6, 4 y 2 millones de euros, en total más de 110 millones de euros, lleva a considerar que no nos encontramos ante el supuesto coloquialmente conocido como conseguidores, pues los importes transferidos, por lo exorbitante de los mismos, multiplican por decenas de veces los que son habituales en lo que se suele denominar como casos de comisiones ilegales”.

El inspector de la Agencia Tributaria concluye su informe recordando que su fin es investigar las deudas tributarias pendientes y que sus hallazgos pueden constituir “indicio o prueba de blanqueo de capitales”. Por eso lo envía a la Fiscalía Anticorrupción y al Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales del Ministerio de Economía para que “continúen las investigaciones mediante el empleo de mayores medios”.    ( /   , El País 20 ABR 2015)

"El alto cargo del PP que autorizó los parques eólicos recibía dinero de Suiza.

Rafael Delgado Núñez, alto cargo de la Junta de Castilla y León entre 1995 y 2011 y el hombre clave en las autorizaciones de parques eólicos entre 2004 y 2007, está cercado por Hacienda. 

La inspección que la Agencia Tributaria en Valladolid ha enviado a la Fiscalía Anticorrupción destaca que, tras dejar la viceconsejería, Delgado recibió 535.721 euros desde Suiza de origen desconocido, que una empresa le pagó la hipoteca y una reforma de la casa y una maraña de relaciones con uno de los beneficiados por la trama eólica.

Rafael Delgado Núñez es una pieza clave en la trama eólica que la Agencia Tributaria ha denunciado en la Fiscalía Anticorrupción. Delgado era quien firmaba la autorización de los parques eólicos investigados por Hacienda del periodo 2004-2007. Las firmaba a menudo después de que las eléctricas que iban a instalar los parques se hubiesen asociado a otro alto cargo de la Consejería de Economía, Alberto Esgueva, o con empresarios locales.

Paralelamente, Delgado Núñez realizó una serie de negocios que han llamado la atención de Hacienda. En 2005, compró un chalé y dos plazas de garaje en Comillas (Cantabria) a Alberto Esgueva. Y el año siguiente adquirió otro chalé en Valladolid también a Esgueva. Entonces estaban los dos como altos cargos en la consejería y el segundo era socio de Iberdrola en una sociedad con la que ganó 47,1 millones. Ninguno de los dos ha contestado a las llamadas de este diario.

En julio de 2007, Delgado Núñez dejó de ser viceconsejero y pasó a secretario general de la Consejería de Economía. Cesó el 30 de junio de 2011 "a petición propia”. Ponía fin así a 16 años en los que pasó por tres consejerías siempre bajo las órdenes del actual consejero de Economía, Tomás Villanueva.

Rafael Delgado, Tomás Villanueva y Alberto Esgueva

Cuatro meses después de dejar la viceconsejería, un amigo íntimo de Delgado Núñez, Jesús Rodríguez Recio, fundó la empresa Tough Trade, dedicada a “asesoría, ingeniería, instalación, producción y mantenimiento de proyectos de energía renovable”. Fue esa empresa la que canceló en 2008 la hipoteca del chalé de Comillas con un pago de 225.841 euros. Y fue esa sociedad la que pagó los 55.685 euros de una reforma en el chalé de Valladolid.

En 2012, ya fuera de la consejería, Delgado Núñez compró un piso en Valladolid por 498.657 euros. Lo hizo a través de una sociedad con un domicilio en Madrid en el que es desconocida. Es el mismo piso en el que supuestamente tenía su sede la empresa San Cayetano Wind. Esta es la compañía de Alberto Esgueva que recibió 47 millones de Iberdrola después de haber puesto 24.400 euros.

Desenredando la madeja, la Agencia Tributaria ha descubierto que Jesús, el amigo de la infancia del viceconsejero y dueño de la empresa que le pagó las reformas y le compró un chalé, tiene también poderes a nivel mundial de la empresa Nehmo Holding, con sede en Suiza, y a cuya propiedad no puede acceder Hacienda.

Hacienda ha detectado importantes entradas de fondos desde Nehmo Holding a Tough Trade entre las que destacan 535.721 euros en tres fechas entre 2012 y 2013. La empresa unipersonal de su amigo también ingresa 350.728 euros procedentes de una empresa de Alberto Esgueva y 19.400 euros de “sociedades pertenecientes al sector de la energía fotovoltaica”. 

Las cantidades que llegan desde Suiza al amigo íntimo del exviceconsejero “son distribuidas el mismo día o en días próximos” a otras dos empresas de Rafael Delgado. Además, entre 2011 y 2014, Tough Trade transfirió a sociedades de Rafael Delgado 665.429 euros. Algunas de las transferencias iban al pago de servicios corrientes como el “pago del alquiler de la oficina, del teléfono y del gas”.

Aunque sin citarlo expresamente, la Agencia Tributaria duda de que los ingresos de Tough Trade sean realmente de Jesús Rodríguez Recio, que “realiza su actividad de abogado en comunidad de bienes en Medina del Campo” y que registra principalmente “igualas de pequeña cuantía”.

Rodríguez Recio aseguró a este periódico que se limitó a ayudar a un amigo con dificultades económicas. Hace unos meses declaró dos veces, cuatro horas en cada ocasión, ante el inspector de Hacienda y, según su versión, los pagos procedentes de Suiza los recibía por su actividad empresarial y los transfería a Delgado por amistad. Niega que sea el testaferro de Delgado y añade: “Si yo hubiera querido trincar sería multimillonario”.

Otra de las operaciones denunciadas por Hacienda afecta a otro ex alto cargo de la Junta. Se trata de Andrés Martín de Paz, que fue director general de Deportes hasta 2003, cuando Tomás Villanueva era consejero de Educación.

En 2003, Iberdrola en Castilla y León firmó un acuerdo con Andrés Martín y su esposa para que este entrara con un 20% en el capital de tres parques eólicos. Crearon una sociedad en la que la eléctrica puso el 80% y Martín 357.602 euros por el 20% restante. Poco después, Iberdrola recompró las acciones por 4,23 millones de euros sin que Hacienda haya encontrado “ninguna prueba, siquiera indicios, de que Andrés y su esposa prestaran servicios” a Iberdrola.

Martín de Paz se defiende alegando que todo es una confusión. Por teléfono explica que compró unos terrenos a su familia para arrendárselos a Iberdrola durante 25 años como había hablado con el delegado de la eléctrica en esa comunidad, Ricardo Bravo Sayas, al que este diario no ha localizado. 

“Al final, después de hacer las mediciones decidieron cambiarlos de ubicación”. Entonces, afirma que pactó que Iberdrola le pagara para compensarle lo que gastó en el terreno. “Perdí dinero en la operación”, explica este conocido empresario en Valladolid, que fue presidente del club de balonmano.

Martín de Paz recuerda su declaración hace meses ante la inspección de Hacienda: “Yo era una mosca comparado con lo que buscaban. Iban detrás de Iberdrola por la adjudicación de megavatios, pero lo mío no era el problema”. Admite que el inspector le enseñó un organigrama de la consejería de Economía.

Premio a operación con pérdidas

El inspector de la Agencia Tributaria que ha destapado la trama eólica descarta que los pagos respondieran a una actuación individual de algún directivo de una eléctrica. Como ejemplo señala la operación por la que Iberdrola dio 47,1 millones a Alberto Esgueva, un alto cargo de la comunidad que había desembolsado 24.400 euros.

 “Ningún gerente ni administrador de una sociedad que causase un perjuicio tan grande a la sociedad para la que trabaja como consecuencia de una decisión como esta, carente total y absolutamente de fundamento económico, permanecería en el cargo más allá de unos días, tras haber causado semejante pérdida y despropósito, si la situación hubiera sido conocida por sus superiores, circunstancia que tuvo que ocurrir ya que Iberdrola SA fue la que realizó el desembolso inicial mediante un talón de 13.595.000 euros”.

Sin embargo, “Ricardo Bravo Sayas, que llevaba la dirección de Ibercyl [filial de Iberdrola en esa comunidad], firmante de los aparentes contratos con San Cayetano Wind [...] no solo no tuvo que responder de los perjuicios causados y de una posible administración cuando menos negligente, sino que en el año 2007 dejó de trabajar, posiblemente por jubilación, y percibió de Iberdrola Renovables las nada despreciables cantidades de 1.174.681,68 euros sujetos a retención y, además, otros 778.385,9 exentos, en total 1.962.929,14 euros”.     (   , El País, Madrid 20 ABR 2015)

No hay comentarios: