"Tanto el juez Pablo Ruz como el
fiscal anticorrupción Antonio Romeral dan por hecho en sus autos y
escritos de acusación que el Partido Popular manejó una “contabilidad
paralela” o caja B al menos entre 1990 y 2008. No fue solo durante esos
años, con Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta como tesoreros.
eldiario.es
ha tenido acceso en exclusiva a una esclarecedora documentación en la
que se demuestra que el manejo de dinero negro en el partido que hoy
gobierna España existe en la derecha española desde mucho antes: desde
los últimos años de Alianza Popular y la fundación del PP.
eldiario.es ha tenido acceso a una copiosa documentación que Rosendo Naseiro ha ocultado durante un cuarto de siglo. Naseiro fue el
primer tesorero del PP –entre marzo de 1989 y abril de 1990–, y
también el protagonista de uno de los grandes escándalos de corrupción
en España de la época.
En la documentación que guardaba Naseiro se da detalle y se aportan las
pruebas sobre la existencia de una cuenta corriente opaca en el Banco
de Fomento a nombre de Acciones y Programas del Partido Unificado de
Alianza Popular (PUAP). La cuenta permaneció operativa entre el 12 de
marzo de 1987 y el 7 de diciembre de 1988, coincidiendo casi exactamente
con los cerca de dos años en los que el presidente del partido
conservador fue Antonio Hernández Mancha.
Junto a la advertencia de “Confidencial”, en la primera de las 53
páginas del documento conservado por Naseiro puede leerse que contiene
el “Movimiento de la cuenta corriente que no aparece reflejada en
nuestra contabilidad” y la “Documentación que se ha solicitado a la
entidad en la que está abierta la cuenta corriente”.
La cuenta corriente fue abierta el 12 de marzo de 1987 con el número
0014 51 500 05632-2 en la sucursal de la calle Recoletos 22 de Madrid
del desaparecido Banco de Fomento SA. En ese año, en junio, se
celebraron elecciones municipales y europeas. Quien solicitó la apertura
fue Arturo García-Tizón López, secretario general de Alianza Popular
durante la presidencia de Hernández Mancha –hoy es presidente de la
Diputación de Toledo–. Y en ella dio poderes al gerente de entonces:
Juan Ávila González.
Durante los 21 meses que
la cuenta permaneció operativa se realizaron al menos 64 operaciones,
según las copias de los extractos y fotocopias de cheques que conservó
Rosendo Naseiro. De estas operaciones, 13 fueron ingresos por un importe
de 140 millones de pesetas; 51 fueron pagos por una cuantía de 64
millones de pesetas.
De los 140
millones de pesetas ingresados, la mitad, 70,2 millones de pesetas,
fueron entregados al banco en “billetes y metálico”, según se desprende
de las copias de los extractos. Otros 18 millones de pesetas se
consiguieron por “cancelación de pagarés” y 27,2 millones de pesetas más
por “cesión de pagarés del Tesoro”.
El resto de los ingresos tiene
procedencias diversas: desde entregas de la sucursal del Banco de
Fomento en Toledo hasta una cantidad, también en efectivo, de 12.470
francos franceses. En ningún papel se hace constar la identidad de quien
hace el ingreso.
Los pagos
documentados se realizaron todos mediante 51 cheques, de los que
únicamente siete son nominativos. Los 44 restantes son “al portador”.
Entre estos cheques “al portador” hay uno de 15 millones de pesetas, y
otros de 8,1 millones de pesetas, 7 millones de pesetas, 4,1 millones de
pesetas, etc., cantidades todas ellas extraordinariamente elevadas para
la época y para ser entregadas a cambio de un título que oculta la
identidad del destinatario.
El secretario general de Alianza Popular y solicitante de la cuenta,
Arturo García-Tizón, firmó 39 de los 51 cheques. Los restantes llevaban
la rúbrica autorizada de Juan Ávila González, entonces gerente de AP.
La documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es
sobre la cuenta opaca de AP en el Banco de Fomento probablemente está
incompleta: hay una diferencia entre los ingresos –140 millones de
pesetas– y los gastos –64 millones–. La gran mayoría de los cheques
siguen una numeración correlativa, pero faltan 27 cheques cuyo total
presumiblemente suman 76 millones pero de los que eldiario.es desconoce por ahora el detalle.
Lo cierto es que el último cheque 'al portador' de la serie que se
firma el 7 de diciembre de 1988, el mismo día en que se clausura la
cuenta, la cantidad que se retira es únicamente de 8.108.115 pesetas. Es
lo que entonces quedaba en la cuenta opaca de AP. Esa misma cantidad
coincide con la primera cifra que aparece en los papeles de Bárcenas en
su primer apunte, donde se registra un ingreso de ocho millones de
pesetas aportados por R. N., las iniciales de Rosendo Naseiro.
Los papeles de Naseiro
Tras la breve presidencia de Antonio Hernández Mancha, Manuel Fraga
volvió a liderar la derecha española, que dejó de ser AP para refundarse
como Partido Popular en un congreso celebrado el 20 de enero de 1989.
Con la vuelta de Fraga, Rosendo Naseiro fue nombrado tesorero de la
formación y uno de los primeros encargos que recibió fue el de auditar
las cuentas de la anterior dirección: averiguar qué había pasado en esa
cuenta opaca del Banco de Fomento que no aparecía en la contabilidad
oficial.
Como Naseiro era nuevo
en el cargo y no tenía firma autorizada, Begoña Urquijo, vicepresidenta
del partido, fue la encargada de solicitar los movimientos al Banco de
Fomento.
La carta de petición fue escrita el 3 de marzo de 1989 y en
ella se exigían fotocopias “del poder que se entregó para la apertura”
de la cuenta corriente 5632.2, de las “cartulinas de firmas
autorizadas”, de los “comprobantes de ingresos”, de los “talones
emitidos” y de los “extractos desde la apertura a la cancelación”.
Pocos días después, el 14 de marzo de 1989, el departamento de
'inspección del Banco de Fomento' envió esta documentación. Rosendo
Naseiro fotocopió estos documentos; la copia a la que ahora ha tenido
acceso eldiario.es.
Durante los 13 meses que Naseiro permaneció en la tesorería del PP, no
perdió oportunidad de guardar todo documento de valor que cayó en sus
manos. eldiario.es ha tenido acceso en exclusiva a esa documentación, que publicará al detalle en los próximos días.
Rosendo Naseiro fue el último tesorero de Manuel Fraga y el primero de
José María Aznar. Fue detenido el 9 de abril de 1990, acusado de
cohecho. El juez ordenó su ingreso en prisión preventiva y durmió en la
cárcel durante cinco días. El Tribunal Supremo le exculpó posteriormente
por un defecto de forma en la investigación que anuló los pinchazos
telefónicos de los principales implicados.
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