"En los últimos días vuelve a estar de actualidad el libro Tierra de saqueo, la trama valenciana de Gürtel,
del periodista valenciano Sergi Castillo, porque el PP trata de evitar
de nuevo su difusión. Es imposible resumir en estas líneas ni siquiera
una pequeña parte de lo que se muestra en sus 339 páginas, pero se
pueden destacar algunos aspectos que se deducen de él.
En primer lugar, la magnitud de la trama, pues hay más de 400
políticos y empresarios relacionados con ella y su factura supera los
12.500 millones de euros. Nos avergonzamos de los ERE fraudulentos de
Andalucía pero es evidente que la corrupción generalizada en torno al PP
de la Comunidad Valenciana no admite comparación.
El libro también muestra la singular mezquindad de casi todos los
implicados. En público presumen de firmes principios morales e
intachable fe religiosa, e incluso muchos de los condenados o imputados
pertenecen a asociaciones cuyos miembros alardean de santificar su vida
diaria.
Pero aprovechan la visita del Papa para enriquecerse y es significativo,
por ejemplo, que la trama comenzase con la condena del exalcalde de
Orihuela y exconseller de Camps por quedarse con ocho millones de
pesetas que la hermana Bernardina, del hospital de San Juan de Dios, le
entregó para que los dedicara a los pobres de su pueblo.
Por no hablar
de lo espeluznante que resulta que alguien de misa diaria y del Opus Dei
como Juan Cotino, antiguo director general de la Policía y hoy
presidente de la Cortes valencianas, visitara a familiares de las
víctimas del metro de Valencia para ofrecerles trabajo a cambio de que
no iniciaran la vía judicial (...)
En tercer lugar, con la lectura del libro se comprueba que todos y
cada uno de los que más tarde han sido condenados han tenido el apoyo de
los dirigentes del Partido Popular y en especial de Mariano Rajoy, que
en su día aplaudía a políticos como Camps o que calificó al delincuente
Carlos Fabra como “un político ejemplar”.
Finalmente, el libro indigna sobre todo porque muestra que la trama
de corrupción desplegada por el PP en Valencia se resuelve con una gran
impunidad. Sus tejedores originales han llegado a ser ministros, altos
cargos nacionales del partido o a disfrutar de nóminas millonarias en
empresas públicas privatizadas; otros, de cuyas fechorías hay pruebas
sobradas y fehacientes, se han ido de rositas gracias a sobreseimientos,
indultos y toda clase de favores judiciales y políticos; y muchos de
los condenados lo han sido por cuestiones menores.
Es el caso del
mencionado Carlos Fabra, quien nunca ha podido justificar el origen de
su enorme patrimonio y quien lo único que parece que tiene que decir
después de que le haya tocado la lotería diez veces en 12 años es que si
le toca “me sacaré la pirula y mearé en la sede de Izquierda Unida”.
Es natural que la mayoría de los dirigentes del PP que han urdido
estas tramas y que han financiado irregularmente a su partido salgan
impunes. Como también demuestra el libro, han contado con el apoyo
interesado de muchos medios de comunicación y con la complicidad de
buena parte de la administración de Justicia, que se encargó de acabar
con el juez Garzón que destapó el caso Gürtel, y muy particularmente de
algunos jueces y fiscales.
Así ocurrió con el magistrado Juan Luis de la
Rúa, de quien la consellera de Justicia había dicho poco antes de que
estallara ese último caso: “Tendremos que buscar en el diccionario otra
palabra distinta a amistad que resuma esa íntima y sentida relación
entre de la Rúa y el presidente Camps”. A pesar de ello, no renunció a
juzgarlo.
Me pregunto si algún día habrá auténtica democracia en España y los
protagonistas de libros como Tierra de saqueo pagarán como se merecen
por todo lo que han hecho contra su patria." (
Juan Torres López
, El País, 16 FEB 2014 )
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