26.2.14

A Artur Mas, que no le toquen las cuentas en Suiza... de su padre. ¿Que él heredará?

"Se lo ha tomado como un asunto personal. Eso dicen en el Grupo Parlamentario Catalán del Congreso, el de CIU. El president de la Generalitat, Artur Mas, quiere que sus diputados “vayan” a por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, porque le considera el instigador del acoso policial contra las finanzas de CIU y no le perdona que, a su juicio, haya utilizado la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal), singularmente la Brigada de Blanqueo de Capitales, incluso para perseguirlos a él y a su familia, sobre todo a su padre, Artur Mas Barnet, ya fallecido.

Su encono con el ministro le ha llevado incluso a romper las normas habituales de CIU en el Congreso y el pasado jueves, por primera vez en su historia, los diputados nacionalistas catalanes apoyaron la petición de dimisión de un ministro. 

 Su tradición ha sido siempre no votar nunca las reprobaciones o peticiones de dimisión de miembros del Gobierno, fuesen del PSOE o del PP y estuviesen o no de acuerdo con la oposición sobre las razones de la exigencia.

Pero la semana pasada, el propio Mas pidió al grupo que rompiera esa tradición y votase a favor de la dimisión de Fernández Díaz por los sucesos de la playa ceutí de El Tarajal. Aunque en el grupo insisten en que la tradición volverá a mantenerse, aseguran que la salvedad de Fernández Díaz se mantendrá mientras siga en el Gobierno porque Mas no le perdona su acoso a CIU y, menos, que haya incluido a su familia y la de Jordi Pujol.

 Es una inquina que alcanzó su punto álgido en la investigación de las cuentas de su padre en Suiza, lo que le obligó a tener que afirmar unos días antes de las elecciones catalanas del 25 de noviembre de 2012: ‘No tengo ninguna cuenta en Suiza ni nunca la he tenido. 

A mí me pueden investigar todo lo que quieran, no encontrarán nada’. El president, entonces candidato a la reelección, se ha defendido de las acusaciones de la UDEF sobre sus cuentas en el extranjero alegando que “si este informe no aparece ni nadie se hace responsable, alguien está maquinando algo para alterar la voluntad del pueblo catalán”.

Fue un caso que, al final, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz archivó por “prescripción del delito”. El magistrado estimó que el fraude fiscal del depósito en el banco de Liechtenstein LGT fue realizado antes de 2002 por lo que no podía ser castigado, haciendo así suya las tesis de la Fiscalía Anticorrupción, que presentó su informe 11 días antes de las elecciones autonómicas. Y a Mas le dolió la implicación de su padre por haber tenido cuantas en el exterior durante 24 años en las que incluso se asociaba, además de a él, a su madre. (...)"             (Raimundo Castro, 25/02/2014)

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