"Los afectados españoles por la talidomida han ganado una primera
batalla en los tribunales a la multinacional alemana Grünenthal, que ha
sido condenada a indemnizarles con 20.000 euros por cada punto porcentual de minusvalía
que padezcan, lo que en algunos casos superará ampliamente el millón de
euros (la media es aproximadamente un 50% de discapacidad).
El
número de beneficiarios será de un máximo de 24 personas, que fueron las
incluidas en la demanda de la asociación de afectados AVITE (...)
La sentencia establece como "hecho absolutamente notorio" que la
talidomida tuvo "una clara incidencia en el aumento considerable de
malformaciones congénitas a principios de los años 60", y son indudables
sus efectos "perversos y adversos" en bebés nacidos de madres que lo ingirieron como medicina congra las náuseas del embarazo.
"Las malformaciones detectadas afectaban fundamentalmente a los brazos y antebrazos, produciendo un acortamiento de los mismos
en la porción más cercana al tronco, en un fenómeno que se vino a
llamar 'focomelia', aunque también se han objetivado alteraciones en
otros órganos, incluso en órganos internos", añade la sentencia.
El fallo ha sido dictado por la jueza de Primera Instancia número 90 de Madrid, Gema Susana Fernández Díaz, que estima parcialmente la demanda de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (AVITE) contra la empresa alemana Grünenthal Pharma S.A.
La sentencia es recurrible en apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid.(...)
La jueza acota los beneficiarios de la indemnización en esta causa a
esa veintena de afectados, ya que entiende que no procede hacer un
pronunciamiento de condena indefinido en cuanto a los sujetos
susceptibles de ser indemnizados, pese a que AVITE lo defendió alegando
que era una demanda colectiva. En total en España se calcula que hay
unos 180 afectados por el fármaco.
Según la sentencia, en la determinación de la condena a Grünenthal no puede olvidarse que la propia multinacional ha asumido pública y mundialmente la responsabilidad
por los daños derivados de la fabricación, distribución y consumo de
los medicamentos con talidomina, por lo que ahora no puede defender
haber actuado de forma diligente.
Asimismo, la jueza rechaza, pese a los más de 50 años transcurridos desde que se produjeron los hechos, la prescripción de los mismos, argumentando
que en fechas recientes se ha conocido que los afectados pueden aún
seguir padeciendo daños secundarios y tardíos, y en la actualidad
todavía no se tiene un conocimiento seguro y exacto del alcance de las
lesiones y secuelas provocadas por la talidomida." (Público, 20/11/2013)
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