"Jueces vascos del área mercantil eligen a dedo a administradores
concursales (los que gestionan empresas en quiebra como va a suceder
ahora con Fagor Electrodomésticos) que luego les pagan la asistencia a
congresos que organizan dichos administradores. La designación directa
está legalizada por la ley concursal pero circunscrita a casos
excepcionales como quiebras complejas (...)
La gestión de los concursos es una tarea codiciada por
abogados, auditores y empresas especializadas, ya que, además de una
cantidad fija por el trabajo, el beneficiado puede tener un 50% de
retribución adicional si así lo estima el juez y también se lleva el 1%
de los bienes que se recuperen de la quiebra de la empresa.
En Euskadi,
las minutas pueden alcanzar los 100.000 euros en empresas con un
patrimonio importante. En España, en el proceso de Martinsa Fadesa, el
más grande de los últimos años, la retribución ha llegado a los cuatro
millones de euros para los administradores concursales.
En los juzgados vascos (donde hay cuatro de lo mercantil y uno más de
apoyo en Bilbao), al menos seis empresas que se dedican a la
administración de los casos de empresas en quiebra se han llevado 13
concursos en el último año y medio (entre febrero de 2012 y julio de
2013) y luego han invitado a los magistrados a congresos y foros sobre
derecho mercantil, que han patrocinado.
Uno de los casos es el VI
Congreso de Derecho Mercantil y Concursal de Canarias, celebrado entre
los pasados días 10 y 12 de julio en Gran Canaria, donde acudieron los
titulares de los juzgados número 1de Bilbao, Marcos Bermudez, y del
número dos de Bilbao, Aner Uriarte.
Aunque los organizadores eluden a
dar datos de los gastos, un miembro de la organización de ese evento ha
señalado que el honorario de los jueces ronda los 1.000 euros por
ponencia, a lo que suman los gastos en un hotel de cinco estrellas de
Gran Canaria durante esos tres días. Estos congresos se celebran en
jornadas laborales de los jueces. Un portavoz oficial del Tribunal
Superior ha señalado que estos dos juzgados de Bilbao tramitaron los dos
últimos años más de 400 concursos.
En concreto,
según la información que aparece en el Boletín Oficial del Estado, el
juzgado 1 de Bilbao ha adjudicado nueve concursos a cinco empresas que
le han invitado a participar en congresos como en el de Canarias o en
otros foros como los que organiza la Fundación Fundieco (patronato
presidido por abogados dedicados a la gestión de concursos de
acreedores) y el juzgado número dos ha designado cuatro concursos a tres
empresas.
Tras ser solicitado por este diario, el portavoz del Tribunal
Superior vasco ha remitido un listado con las adjudicaciones de
concursos de 2012 y 2013 de los juzgados de lo mercantil 1 y 3 de Bilbao
(no están incluidas las de los otros juzgados vascos aunque también
fueron solicitadas) en la que se reflejan un total de 143 adjudicaciones
en esos dos años. En ese listado, casualmente, solo aparece una de las
nueve designaciones del juzgado número 1 a empresas que luego le han
invitado a congresos.
Esa única designación, según los datos del Superior, se realizó a
través del Turno de Actuación Profesional (TAP), un órgano que solo
existe en Euskadi y que se dedica a gestionar la lista de los
administradores concursales. Va eligiendo por orden y pasa el nombre
designado al juez. El actual presidente del Turno de Actuación
Profesional, Gabino Mesa, no ha atendido los requerimientos de este
diario para explicar la designación de los concursos de acreedores.
El
TAP, formado por el Colegio de Economistas, el Instituto de Censores
Jurados de Cuentas y los Colegios de Titulados Mercantiles y
Empresariales del País Vasco, fue creado hace 17 años. La normativa
sobre concursos establece que un administrador concursal no puede ser
nombrado si ya ha sido designado “para dicho cargo por el mismo juzgado
en tres concursos dentro de los dos años anteriores”.
En el caso del juzgado de lo mercantil número dos de Bilbao, que ha
designado cuatro concursos a tres empresas que invitan a los congresos,
no se ha facilitado ningún listado y la información transmitida es que a
una empresa se designó a dedo y la otra a través del TAP.
En el resto de España, hay situaciones mucho más llamativas, como el
del director del congreso celebrados en Canarias y magistrado del
juzgado de lo mercantil número 5 de Madrid, Javier García Marrero, que
dio al menos 21 concursos en los últimos dos años a casi todos los
patrocinadores de ese evento; el magistrado titular del juzgado número 1
de Burgos adjudicó otros 22 y el magistrado del juzgado número 6 de
Madrid designó entre patrocinadores del congreso un mínimo de 22
concursos.
Además del negocio en sí, la figura del administrador
concursal supone un gran poder, ya que de hecho, siempre bajo la tutela
del juez, tiene que decidir sobre las ventas y compras de la empresa en
quiebra, la situación de los trabajadores o la responsabilidad de los
hasta entonces gestores de la empresa.
“Puede decidir sobre la venta de
la empresa y el interés por entrar está sobre todo en empresas que están
quebradas por falta de liquidez pero tienen un gran patrimonio. De la
venta de esos bienes, es de lo que pueden obtener mucho dinero”, señalan
medios que trabajan en estas áreas.
La designación
directa a empresas y la participación en congresos y eventos organizados
por aquellas levanta críticas en el seno de la judicatura vasca. “Antes
se hacía por el turno y hubo quejas de que se designaba a gente que no
era competente. Pero, ¿si están en las listas será que son
competentes?”, se preguntan las fuentes consultadas. Otros medios
afirman que la cúpula judicial vasca, “que sabe perfectamente lo que
pasa”, creó en Bilbao el juzgado número 3 de lo mercantil para
“controlar lo que hacían los otros dos juzgados”. (eldiario.es, 17/11/2013)
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