13.7.15

El patrimonio de los Pujol se empezó a forjarse con Banca Catalana

"El periodista de El País, Pere Ríos (Sant Boi de Llobregat, 1962) ha tenido acceso al sumario de la querella que presentaron en 1984 los fiscales Carlos Jiménez Villarejo y José María Mena contra Jordi Pujol y otros directivos de Banca Catalana. A partir de esta información y con entrevistas a varios protagonistas de aquel caso, Ríos ha escrito el libro “Banca Catalana: caso abierto” (Ediciones Península) que lleva un subtítulo que ya avanza la tesis del libro: “Lo que no se contó del escándalo que enriqueció a Jordi Pujol”.

- El libro lo empezó a escribir antes de la confesión de Jordi Pujol. ¿Hacía tiempo que tenía la idea en la cabeza?

Después de hacer información de Tribunales en El País y ahora en la sección de Política desde hace cuatro años, la idea que me movió a escribir el libro es que tenía la sensación de que la idea que había quedado en la sociedad catalana sobre el caso Banca Catalana no se correspondía realmente con lo que había pasado.

 En la sociedad catalana cuajó, y mucho, el discurso que hizo Jordi Pujol con un tono victimista y una patrimonialización del poder. El discurso pujolista de que Banca Catalana fue una jugada del poder, una jugada indigna dijo, y de que el Gobierno del PSOE le quería poner en prisión, y que él no sacó ningún beneficio ni ganancia de Banca Catalana. Creo que esto no se ajustaba a la realidad, pero no podía ser una intuición, necesito datos empíricos y documentos que demuestren que esto no es así.

Empecé a hacer entrevistas con gente y vi que iba por el buen camino. Conseguí el sumario y comprobé que en él esto se explicaba muy claramente en los informes hechos por los inspectores del Banco de España, que nadie cuestionó nunca, y que demuestran con datos el enriquecimiento de Jordi Pujol.

- La tesis del libro es clara: el patrimonio de los Pujol se empezó a forjar con Banca Catalana. ¿Ve posible que esto se pueda demostrar?

Establecer la relación entre el enriquecimiento de Pujol en Banca Catalana y el origen ilícito de su fortuna no me parece nada osado. No será que el supuesto legado o deja no existe, como dice su propio cuñado Francesc Cabana, y que el dinero venía de otro lugar. ¿No podía ser que el dinero viniera de Banca Catalana? 

Yo creo que esto es una sospecha que existe. Desvincular el inicio del enriquecimiento de Pujol de Banca Catalana me parece una estupidez. Jordi Pujol lo tiene muy fácil para demostrar el origen del dinero y es ordenar el levantamiento del secreto bancario y comprobar de donde provienen aquellas cuentas bancarias que se descubrieron.

- Los fiscales que llevaron el caso, José Maria Mena y Carlos Jiménez Villarejo, tuvieron que soportar el rechazo de Pujol y el pujolismo.

La confesión de Jordi Pujol marca un punto de inflexión y empieza a cambiar la historia, o como mínimo el discurso histórico, en el sentido que Mena y Villarejo fueron satanizados por muchas instituciones catalanas. En el libro se explica el rechazo que expresó Jordi Pujol cuando les nombraron Fiscales Jefe de Catalunya en diferentes épocas y como los ignoró por completo. Yo creo que el libro es un ejercicio de memoria histórica para dejar en buen lugar a los fiscales que sólo se dedicaron a hacer su trabajo. 

Ellos pensaban que todo el mundo era igual ante la ley y por eso pensaron que no podían mirar hacia otra lado y que tenían que actuar como Ministerio Fiscal en defensa de la legalidad. Los fiscales si que estuvieron a la altura de lo que requerían aquellos tiempos. Los jueces de la Audiencia Territorial no estuvieron a la altura.

- Explica en el libro que Pujol cobró 84 millones de pesetas en dividendos ilícitos entre los años 1974 y 1980.

Así lo dicen los informes del Banco de España elaborados a partir de la contabilidad de Banca Catalana, no de datos inventados, y nadie los cuestionó nunca, ni la defensa ni el tribunal que analizó el caso de Jordi Pujol. Otra cosa es que la defensa consideró que esto era una cuestión civil y no penal, y que no era delito. 

Pujol era el principal accionista de Banca Catalana, y entre 1974 y 1980 cobró un total de 84 millones de pesetas, que equivaldría ahora a 4 millones de euros. Es una cifra escandalosa, y por este motivo pienso que establecer una relación entre el origen de la fortuna y el enriquecimiento de Banca Catalana no me parece nada osado ni nada suicida.

 Esta sólo es una de las cifras, hay otras. Jordi Pujol, su hermana Maria y la madre de ambos pagaron el impuesto de sucesiones (22 millones de pesetas) con dinero de Banca Catalana, de una sociedad instrumental que crearon para pagar la caja B y que se les compró unas acciones que en aquel momento nadie se las hubiera comprado sabiendo que aquel dinero, con el cual compraron las acciones, eran de un crédito de una sociedad en quiebra y que no podían devolver.

- Cuando Jordi Pujol ya era presidente de la Generalitat seguía siendo el principal accionista de Banca Catalana, según argumentaban los fiscales en la querella.

A alguien se le ocurre que el presidente de la Comunidad de Madrid fuera el principal accionista de Caja Madrid o de otra entidad bancaria, o bien que Susana Díaz fuera la principal accionista de un banco. 

¿Nos quedaríamos todos igual de tranquilos? Efectivamente aquello fue un verdadero escándalo que él esconde en sus memorias y que los informes del Banco de España explican: Jordi Pujol en mayo del 1982 era el principal accionista de Banca Catalana, con cerca del 10%, con unas 90.000 acciones. Él se gastó, en teoría, de aquellas acciones, y este es uno de los puntos oscuros que quedan y que él contribuiría a aclarar si lo explicara. Es muy preocupante que el BBVA, que es donde está ahora integrado el Banco Vizcaya, niegue al Parlament las actas de Banca Catalana, entre 1982 y 1986, para poder acceder a esta información.

 La comisión del caso Pujol ha pedido estos datos. Cómo es posible que este banco niegue las actas de Banca Catalana, ¿que tiene que esconder? Mi tesis, que no puedo probar, es que Pujol hizo una donación tramposa de las acciones, pero él siguió manteniendo la titularidad de las acciones.

- Un caso así trasladado a la actualidad, con otro Código Penal y con una visión social de la corrupción más sensibilizada, ¿sería muy diferente?

Pienso que sería absolutamente diferente por varias razones: una porque la sociedad ha cambiado afortunadamente y ahora estamos hablando del caso Banca Catalana y estamos descubriendo cosas nuevas a partir de la confesión de Jordi Pujol, lo cual demuestra la impostura que mantuvo.

 En segundo lugar, porque creo que la respuesta judicial sería diferente porque ya se han producido otros casos y sería un escándalo que los jueces no se miraran el sumario. Y tres, porque ya ha habido precedentes de condenas, como el caso de Mario Conde y Javier De Rosa que entró en prisión por delitos de cuello blanco. Hoy sería intolerable que los jueces actuaran así, no digo que fuera imposible, pero seria bastante intolerable, y la presión social que ellos mismos tendrían les haría actuar de otro modo.

- Ahora que se habla tanto de la caja B que tendría el PP, según la querella de los fiscales Banca Catalana también tendría su particular caja B....

Pienso que es un poco frívolo argumentar, como hacen en el libro algunos de los entrevistados, que todos los bancos lo hacían. Se dice que todo el mundo lo hacía y cuando han enganchado a alguien del PP que tenía una caja B se considera que es delito. Lo más grave de la caja B es como se desvió el dinero, concretamente entre 1974 y 1981, se desviaron 83.715 millones de pesetas a través de la creación de sociedades instrumentales para desviar este dinero. 

Una cantidad que suponía hasta el 11% de los fondos de la entidad. Son sociedades que ellos crean, ajenas a todo el control de la Junta de Accionistas y del Banco de España. Una vez han desviado el dinero la nutren a través de créditos ficticios y cuando tienen una contabilidad opaca al margen de la junta de accionistas y de los mecanismos de control es cuando lo utilizan en beneficio propio. 

Ellos dicen que todo el mundo tenía sociedades instrumentales, nadie lo discute que todo el mundo las tiene, pero lo que no puede ser es que las sociedades instrumentales que utilizas para desviar el dinero de la caja B no estén reflejadas en los libros de contabilidad.

- La gestión de Banca Catalana también provocó discrepancias entre Pujol y su cuñado, Francesc Cabana. ¿Sabe muchas cosas de lo que pasó y está protegiendo al ex presidente?

Aquí hay dos personas fundamentales que no hablarán. Son Francesc Cabana y Joan Anton Sánchez Carreté, el asesor fiscal de la familia Pujol. Cabana es la persona que conoce mejor que nadie la historia de Banca Catalana desde su nacimiento en 1958 con la compra de la Banca Dorca.

 Es la persona que administra el patrimonio de la familia cuando Pujol es encarcelado por los Fets del Palau, y es la persona que mejor conoce lo que pasó. Cabana tiene discrepancias con Jordi Pujol, pero por encima de todo guardará su secreto. Yo sí que me lo creo cuando Cabana dice que él no se enriqueció con Banca Catalana, cuando explica que todo lo que ganaba lo volvía a invertir. Pero también cobró dividendos ilícitos y esto también es delictivo.

- Y el papel del asesor Sánchez Carreté también es clave en este caso....

Es otro personaje mucho más turbio. Es el asesor fiscal de la familia Pujol hasta el año 83 y conoce como nadie todas las argucias legales para camuflar el dinero. Sánchez Carreté no tenemos que olvidar que es un delincuente fiscal porque ha sido condenado en dos ocasiones e indultado por el gobierno del PSOE, seguramente por su relación con el dirigente de Unió, Josep Sánchez Llibre. Carreté es el señor que mejor conoce los secretos y no tengo ninguna duda de que será fiel a sus amos y seguirá guardando silencio.


- De los 41 magistrados que formaban el pleno de la Audiencia Territorial, tan sólo 8 votaron a favor de procesar a Jordi Pujol. Algunos de estos magistrados que ha entrevistado afirman que la mayoría no se estudió el sumario.

Es absolutamente escandaloso e intolerable que los jueces miraran el techo en vez de mirar el sumario. Los jueces iban con una posición predeterminada a favor de la exculpación de Jordi Pujol. El entonces abogado de Pujol, Joan Piqué Vidal, jugó muy bien sus cartas e influyó mucho en el tribunal. 

Hubo 8 jueces que votaron a favor del procesamiento y 33 que votaron a favor de la exculpación. Sorprende mucho la aplicación que hicieron estos jueces del Código Penal, teniendo en cuenta que en aquel momento se trataba simplemente de procesar a Jordi Pujol, que quiere decir seguir investigando y si llega el caso sentarlo en el banquillo de los acusados. ¡No se estaba discutiendo si iba a prisión! 

Lo más importante es que el Código Penal de la época si que servía para haber condenado y procesado a Pujol llegado el caso, pero ellos dijeron que no, que no figuraba en el Código Penal. Esto es falso, porque el mismo código sí que sirvió después para condenar a Mario Conde por el caso Banesto.

- El libro también desmiente la tesis explicada durante muchos años de que fue el Gobierno del PSOE el principal impulsor de la querella....

En el libro el ex ministro de Justicia en aquella época con Felipe González, Fernando Ledesma, explica claramente que el gobierno del PSOE respiró tranquilo cuando se exculpó a Jordi Pujol.

- ¿La confesión de Pujol también ha servido para romper muchos mitos sobre la intencionalidad política de la querella?

El caso Banca Catalana es el inicio, ya no de una revisión histórica, pero si de una manera de entender lo que pasó. El detonante de todo esto es la confesión del ex presidente de la Generalitat. Él mismo hace caer el mito y la figura que había construido y a partir de aquí es más fácil que se empiecen a escribir libros como este, a pesar de que había empezado a escribirlo antes. 

Y es más fácil empezar a repensar si todo aquello que nos habían explicado durante tanto tiempo era realmente así o es una falsedad y impostura que compró la sociedad catalana. Es muy saludable y edificante que la sociedad se vuelva a plantear si realmente no ha sido engañada durante tanto tiempo por una concepción patrimonialista del poder.

- Si el caso Banca Catalana hubiera acabado de otro modo, con un procesamiento de Jordi Pujol, ¿la historia política de Catalunya sería diferente?

No tengo ninguna duda de que la historia política de Catalunya hubiera podido cambiar si Jordi Pujol hubiese sido procesado. Él mismo dice en sus memorias que si hubiese sido procesado entonces hubiera dimitido y que ya tenía pensado el nombre de su sustituto y que no lo dirá nunca. 

El procesamiento del entonces presidente de la Generalitat habría cambiado a buen seguro el rumbo de la historia catalana reciente. También es verdad que el no procesamiento pesó como una losa durante muchos y muchos años en la política catalana. Él patrimonializó la querella, y convirtió lo que era una querella personal en una querella contra Catalunya y esto es intolerable. ¿A alguien se le ocurre que una querella contra el presidente de La Rioja o contra el presidente de la Comunidad de Madrid sea una querella contra los madrileños?

 Este discurso cuajó en la sociedad catalana, Pujol usó todos sus medios del poder para extender este discurso, incluso los medios, y así vino la época que vino por la incapacidad de la izquierda de crear una alternativa y un discurso, seguramente en parte por un complejo de culpa que tenía, ya que acabó asumiendo el discurso de que habían sido ellos los impulsores de la querella.

- Mena dice en el prólogo del libro que fueron “escasas las voces críticas” con la identificación que hizo Pujol de la querella con Catalunya, con “pocos periodistas” críticos señala.

El periodismo de aquel momento fue sumiso al poder. Unos porque estaban subvencionados, otros porque eran medios públicos. El periodismo de aquel momento fue tolerante con las prácticas corruptas, cuando menos con el caso Banca Catalana miró hacia otro lado. Y quiero romper una lanza a favor del diario El País que se quedó muy solo en Catalunya y en España publicando las informaciones que estaba aportando la Fiscalía y que estaba llevando a la justicia.

- ¿Hubo represalias por parte del pujolismo contra periodistas que se atrevieron a investigar el caso?

Sin duda. Hay el caso del periodista Enric González, que estaba a punto de ser contratado por TV3 y el día que iba a firmar el contrato el entonces secretario de la Presidencia, Lluís Prenafeta, llamó y no se le contrató. Y este periodista quedó marcado. Los periodistas que se atrevieron a hacer una información diferente de la que quería el poder quedaron marcados.

 Y quiero señalar el caso de Xavier Vidal-Folch, que después fue director adjunto de El País, a Andreu Missé, gran corresponsal en Bruselas y muy buen periodista, y otros como Jaume Reixach y Siscu Baiges. Se crearon listas de periodistas marcados de por vida. Pocos, porque fueron pocos los que se atrevieron a cuestionar el discurso oficial, pero efectivamente se hicieron listas de periodistas marcados por el poder del pujolismo.

- También entrevista en el libro a Joan Piqué Vidal, el abogado de Pujol durante aquel proceso. Explica que era conocido por hacer buenas ‘relaciones públicas’ con los jueces....

Joan Piqué Vidal tenía una gran ascendencia sobre muchos de los magistrados. De hecho, uno de ellos que pide el anonimato explica la leyenda urbana que corría de que fue a su despacho a ofrecerle planos de pisos. Cómo dice el padre del ex fiscal Mena “los jueces no se compran, se regalan”. 

Yo no creo que a los jueces los compraran, pienso que tuvieron una actitud servil, de sumisión al poder político, porque consideraron, con un argumento estúpido, que estaban siendo utilizados para una batalla política. Escuche, usted es juez y lo que tiene que hacer es mirar los papeles y decidir, mirarse las pruebas. Lo que es intolerable es que la mayoría de los jueces no se miraran el sumario.

- Finalmente, ¿cree que la comisión de investigación en el Parlament sobre el caso Pujol servirá de algo o quedará como un gran espectáculo que no sirve de nada?

La comisión servirá de muy poco en la práctica, pero coincido con el razonamiento del presidente de la comisión, el diputado de la CUP David Fernández, de que si sólo sirviera para cambiar el funcionamiento y el reglamento de las comisiones de investigación ya serviría para algo.

 Más allá del espectáculo mediático esto puede servir para remover ciertas ideas y para remover el caso de Banca Catalana, pero si ni los diputados tienen acceso al sumario porque la ley protege el acceso, si ni el BBVA facilita información porque invoca al secreto bancario y seguimos manteniendo este magma de silencio sobre el caso, pues mal. Pienso que ya ha llegado el momento de levantar alfombras y abrir ventanas."          (Una entrevista de Enric Arqués e-notícies, 17/04/2015)

No hay comentarios: