" (...) El president y su esposa concibieron a los hijos con una
regularidad pasmosa. Así, la horquilla que separa al primogénito, Jordi,
del benjamín, Oleguer, es de apenas 14 años. Al alfa y omega
les une, según las investigaciones, su condición de artífices del
“entramado financiero” del clan.
Los siete hermanos tienen otros rasgos
en común. Comparten, por ejemplo, su querencia por los bellos pueblos
del Pirineo catalán: allí, cerca de Andorra, poseen sus segundas
residencias. También se caracterizan por engendrar a una prole generosa:
cuatro de ellos tienen, a su vez, tres hijos.
Fuentes de la investigación distinguen dos ramas en la familia: por
un lado, la que ha mantenido el contacto con la actividad política,
formada por Jordi y Oriol; este último, el único que ha seguido el
cursus honorum del que ha caído precipitadamente por el caso ITV.
Ambos están imputados.
Por el otro, la rama empresarial, impulsada por
Josep y Oleguer. En un segundo plano queda el resto, sobre todo Mireia,
verso libre en una familia compacta, a la siciliana, con una matrona de
fuerte carácter y unida por la defensa acérrima de intereses
compartidos.
Lo que sigue es la descripción de los hijos del president a
partir de atestados policiales, informes de Hacienda y otra
documentación que figura en las investigaciones judiciales en marcha.
JORDI PUJOL La mano derecha
Los suyos le llaman Júnior. Tiene 56 años y vive en
Barcelona. Está separado de su mujer, Mercè Gironès, con la que tuvo
tres hijos y un sinfín de negocios ahora bajo sospecha.
Ha liderado los
asuntos de la familia —la policía sospecha que era el encargado de
cobrar las mordidas a los empresarios a cambio de adjudicaciones—
y ha provocado, indirectamente, su caída en desgracia por las
declaraciones de una examante, Victoria Álvarez. Tras más de un año
investigado, hoy tiene que explicar el origen de su fortuna ante la
Audiencia Nacional.
En el comienzo fue el mármol: en 1991, Natural Stone —empresa a
nombre de su mujer— recibió el encargo, por 600.000 euros, de alicatar
los suelos y paredes del aeropuerto de Barcelona. Luego llegaron los
negocios redondos y los beneficios millonarios; muchos de ellos, por
supuestos asesoramientos en las más diversas materias para empresas
contratistas de la Generalitat.
La policía vincula sus inversiones a la
“corrupción política”. El primogénito es un apasionado de los coches de
lujo (tiene 19, incluidos Jaguar, Ferrari o Lamborghini) y posee, además
de una casa rústica en Bolvir (Cerdanya), una mansión de 1.000 metros
cuadrados en el exclusivo barrio de Pedralbes, el mismo en el que
residían los duques de Palma.
MARTA PUJOL La arquitecta
El escándalo acechó a Marta —de 54 años, casada con el también
arquitecto Josep Maria Esperalba, con el que tiene tres hijos— en 1999,
en el último Ejecutivo de Pujol. Su estudio de arquitectura recibió seis
encargos por adjudicación directa del Gobierno catalán poco antes de
que la ley impidiera tales prácticas. No constan empresas a su nombre.
Posee un Mazda, una Vespa y, además de la casa de Mataró, unos terrenos
industriales que suman un total de 238.000 euros. A ello hay que agregar
los 838.194 euros que, hasta el pasado julio, poseía en la Banca
Privada de Andorra.
JOSEP PUJOL El lince
“Es una persona cabal, con un fino sentido del humor y una admirable
lucidez intelectual. Se puede decir que es el más destacado de los
hermanos”. Así define un informe policial a Josep (51 años), que hizo el
negocio de su vida al vender su empresa de consultoría (Europraxis) al
gigante Indra.
En la operación se embolsó nueve millones de euros. Poco
después, Indra obtuvo contratos “por valor de 60 millones de euros” de
la Generalitat, según ese mismo informe. Podemos y Guanyem le señalan en
la querella que han presentado ante la Audiencia Nacional.
Casado, con dos hijos y residencia en Madrid, Josep no fue ajeno a
las tentaciones de lo público. Cuando su hermano Oriol era alto cargo de
Industria, se desmanteló la multinacional Lear, de componentes para
automóviles, que dejó en la calle a 1.200 trabajadores. La consultora
que asesoró en ese proceso fue Europraxis.
También se acogió a la
amnistía fiscal del Gobierno y regularizó dos millones de euros que,
presuntamente, proceden de la herencia. El patrimonio a su nombre es
discreto: nueve vehículos y una casa de veraneo en Begur, en la Costa
Brava, de 132.000 euros.
PERE PUJOL El contratista
Ingeniero agrónomo por la Universidad Autónoma de Barcelona, Pere
Pujol (49) es el que más ha apoyado su carrera en la Administración. Su
empresa —en la que también participa el empresario Carles Sumarroca,
amigo íntimo de Pujol y fundador, como él, de Convergència— se dedica a
la “consultoría de gestión medioambiental”.
Entre 1993 y 2002, elaboró
“numerosos informes” por encargo de la Generalitat. Primero, recibió
casi 200.000 euros por tres informes sobre la necesidad de instalar
parques eólicos. Más tarde, redactó otro medio centenar de informes para
otorgar licencias a esos parques, siempre por encargo público.
Pere vive con su mujer y sus tres hijos en un piso de 400 metros
cuadrados en Sant Cugat del Vallès, localidad históricamente ligada a
CiU. Posee, además, una casa en Naut Aran, en el Pirineo leridano.
ORIOL PUJOL El político
Estaba llamado a ser el sucesor de Artur Mas, pero su trayectoria
política quedó truncada, tal vez para siempre, por su implicación en el caso ITV. Oriol (47 años) está imputado por tráfico de influencias y cohecho, lo que le obligó a dejar su cargo como número dos de Convergència y diputado en el
Parlament. El juez y el fiscal creen que usó su “peso político” para
que unos empresarios lograran, de forma ilícita, la adjudicación de
estaciones de ITV.
Oriol se desvinculó pronto de la herencia y ha
intentado alejar su nombre del mundo de los negocios: no figura en
ninguna empresa, aunque los investigadores sospechas que cobró de la
trama a través de su mujer, Anna Vidal Maragall, que a su vez cobraba
por trabajos ficticios. Oriol también está acusado de aceptar un soborno
de 30.000 euros a cambio de orientar el voto de CiU en una ley.
MIREIA PUJOL La díscola
Mireia (44 años) es la rara avis de la familia. Empezó a
estudiar periodismo, pero abandonó y se volcó en la danza clásica y
contemporánea. Ahora trabaja como fisioterapeuta. En 2007, en línea con
su trayectoria díscola, se adhirió a la plataforma Sobirania i Progrés,
impulsada por personas próximas a ERC. Su alejamiento no le ha impedido
disfrutar de los beneficios de ser una Pujol.
En julio, regularizó el
millón de euros que tenía en Andorra. Además, desde 2011 sacó de su
cuenta de allí 157.000 euros en efectivo. A su nombre tiene tres coches
(incluido un Audi A6) y un piso en Barcelona que le ha puesto en el ojo
del huracán. En 2002, una inmobiliaria le concedió un piso de protección
oficial que había sido catalogado así por la Generalitat apenas un mes y
medio antes de la firma.
OLEGUER PUJOL El inversor
El benjamín (42 años) es, junto a Jordi, el que más ha hecho
prosperar sus negocios. Y ese éxito ha generado dudas. Desde julio, la
Fiscalía Anticorrupción le investiga por blanqueo de capitales. Sospecha
de diversas operaciones inmobiliarias de gran calado en las que aparece
un entramado de empresas.
Esas operaciones suman 3.000 millones. Entre
otras, su empresa gestionó la compra de la red de oficinas del Santander
en 2007. Dedicado a la gestión inmobiliaria y la banca de inversión,
sus empresas también gestionan complejos turísticos y edificios de
viviendas.
Está casado y tiene una hija. Considerado por la policía el
“auténtico cerebro financiero” de la familia, Oleguer regularizó,
presuntamente, tres millones con la amnistía fiscal. Pese a su ingente
actividad, a su nombre solo figura un piso de 62 metros cuadrados en
L’Hospitalet de Llobregat, valorado en 45.000 euros." (
Jesús García
, El País, Barcelona
14 SEP 2014)
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