"Gabriel
Zucman es profesor asociado en la London School of Economics (LSE) y
uno de los discípulos del célebre Thomas Piketty, el gurú de la
desigualdad. Su misión ha sido calcular lo más certeramente posible la
cantidad de dinero que se evade a través de paraísos fiscales: casi 8
billones de dólares que distorsionan la economía mundial y atan de manos
a los Gobiernos a la hora de afrontar sus políticas económicas.
El enfoque de Zucman es distinto, tal y como recoge The New York Times,
ya que en lo que se ha fijado es en las diferencias entre los activos y
los pasivos de los balances internacionales. Al contener muchos más
pasivos, las cuentas no cuadraban; la explicación siempre ha sido los
paraísos fiscales. Multinacionales e individuos acaudalados "esconden"
sus activos para evitar el ojo del fisco.
La que nunca se había estimado con demasiada
exactitud era a cuánto ascendía la evasión fiscal global. Tras analizar
los datos que han publicado recientemente Suiza y Luxemburgo, este
economista estima que actualmente hay aparcados unos 7,6 billones de
dólares en paraísos fiscales, es decir, el 8% de la riqueza personal
total mundial. Y, además, asegura que son unos cálculos conservadores.
Zucman cree que si este dinero fuera registrado y propiamente gravado,
los ingresos fiscales de los Estados aumentarían en más de 200.000
millones de dólares anuales. Y esos datos ni siquiera incluyen la
elusión fiscal que practican algunas multinacionales, una cantidad que
podría ser todavía mayor. De hecho, según sus cálculos, el 20% de los
beneficios de las empresas estadounidenses son trasladados a paraísos
fiscales y las prácticas evasivas reducen en un tercio los ingresos
fiscales del Gobierno por este concepto.
De hecho, las prácticas fiscales de este tipo se han vuelto tan comunes
desde los años 80 que el impuesto de sociedades efectivo en EEUU ha
caído desde el 30 al 15% aunque el tipo nominal no ha cambiado en ese
mismo tiempo. Recientemente, el think tank español Fedea recogía los
estudios de Zucman a nivel español, que estiman que los españoles
tendrían unos 144.000 millones de euros en paraísos fiscales, lo que
supondría que solo en España se pierden 7.400 millones de euros en
impuestos.
Estos números son lo suficientemente grandes como para poner en cuestión
algunos lugares comunes que se han extendido en los últimos años, como
por ejemplo que China se haya convertido en el "dueño" del mundo o que
Europa y EEUU estén realmente tan endeudados como podría parecer. La
idea de un mundo rico endeudado es "una ilusión creada por los paraísos
fiscales", defendía Zucman en un trabajo publicado el año pasado.
Otro efecto de los paraísos fiscales es que subestiman la desigualdad
real que hay en el mundo, dado que solo las multinacionales y la gente
que tiene como mínimo 50 millones de dólares pueden permitirse las
estructuras necesarias para esconder su dinero en un paraíso fiscal.
Además, pagan menos impuestos que un trabajador corriente, por lo que la
desigualdad crece todavía más.
"Hubo un cambio profundo de actitud en los años 80", mantiene Zucman en
declaraciones al diario neoyorquino. "En los 50, los 60 y los 70 los
impuestos eran mucho más altos, pero no se consideraba normal tratar
agresivamente de reducir tu factura de impuestos o incluso evadir",
añade. Y apunta a la llegada al poder de Ronald Reagan y la idea de que
el Gobierno es una 'bestia' que debe morir de inanición.
Además de reducir los ingresos públicos, estos esquemas tienen otro
problema. Al no reflejar la realidad en estadísticas, disminuye la
capacidad de los gobernantes para gestionar. Erosiona el respeto por la
ley y desincentiva la creación de empleo, ya que da beneficios a
aquellos que trasladan al extranjero su riqueza y sus empresas en lugar
de invertir en los países donde obtienen sus ingresos. (...)
Por ello la medida más importante sería un registro financiero global
que monitorice la riqueza de la misma manera que hoy en día se registran
las propiedades en EEUU. "Si no puedes medir la riqueza, es casi
imposible gravarla", explica Zucman.
Un registro de este estilo haría imposible que las multinacionales se
atribuyeran de manera fraudulenta beneficios en paraísos fiscales que
correspondan a los países en los que los obtengan y donde deberían pagar
sus respectivos impuestos. Una misión difícil, pero que según este
economista se podría plantear ya con un gran acuerdo entre EEUU y la
Unión Europea (...)" (Jaque al neoliberalismo, 17/06/2014)
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