Reproducción de una de las hojas del listado de la empresa de Correa
" Quienes cada día se asoman a la instrucción hablan de que el trabajo
policial, y el del juez, vienen a mostrar una línea clara con el caso
Gürtel: que Francisco Correa, y sus negocios, ‘penetraban’ hasta lo más
profundo en el tejido ‘popular’.
Y eso incluía sumar a sus listados de
‘colaboradores’ desde las secretarias de la sede ‘popular’ a la cúpula
de Génova y a Moncloa, cuando Aznar era su ocupante ¿Y cómo lo hacían?
‘Regando’ la ‘buena relación’ con ellos con regalos de todo tipo.
En su ‘cortejo’, consentido por quienes recibían los
regalos, evidentemente, Correa y su gente utilizaban tres formas de
‘corromper’: las comisiones, el dinero contante y sonante; los viajes,
de los que ya les hemos informado en ELPLURAL.COM, y que organizaba a
través de su empresa de viajes, Pasadena, que fue durante años la
agencia elegida por la cúpula del PP.., y curiosamente, también de sus
familiares; y, por fin, a través de regalos navideños, una especie de
pedrea de la lotería, que inundaba tanto Génova como Moncloa.
ELPLURAL.COM ha tenido acceso a los listados de ‘agraciados’
de FCS, la empresa de Correa, con estos regalos ‘compravoluntades’, que
empapaban cada año el ‘mundo PP’ (en su doble versión, partido y
gobierno). Una lluvia ‘muy democrática’, que se encargaban de manejar
gentes que sabían que tan importante era tener contentas a las
secretarias como a los ‘jefes’, y que año tras año se repetían con
pequeñas variaciones.
En la documentación a la que ha tenido acceso este periódico aparecen listados de los ‘afortunados’ que comienzan en las navidades del año 1996. Y los regalos que se enviaban varían entre las simples corbatas, pasando por las agendas, las portacamisas, los portatrajes, los joyeros…
En estos listados de regalos ‘menores’ aparecen, en algún
caso repetidos año tras año, los nombres de algunos ‘poderosos’, como
Pio Escudero o Ángel Acebes (portatrajes les correspondió en 1998, por
ejemplo).
También quienes tenían acceso al poder más puro, el entonces
presidente José María Aznar. Así en los listados aparece en varias
ocasiones quien luego sería su yerno, Alejando Agag, al que se recuerda,
anotación en mano, que hay que entregarle el regalo en el Palacio de la
Moncloa.
Pero no se descuidaba a quien fue mano derecha del Presidente,
Miguel Ángel Rodríguez, que ya estaba fuera del Gobierno, pero que
mantenía su ‘influencia’, y a quien se le enviaban los presentes a su
empresa de entonces, Carat (corbata fue su presente en ese mismo 1998).
Pero los regalos, ya decimos, se repartían ‘urbi et orbi’. Así entre quienes los recibían estaban también diputados, líderes de la estructura del partido, incluso dirigentes de Nuevas Generaciones.
Entre
los diputados llama la atención la presencia, por ejemplo, continuada
del actual Director General de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de
Mesa. Del jefe de la Benemérita, sobre cuyo’movido’ pasado tanto hemos
escrito en este periódico, añadimos ahora la regularidad con la que
llegaban los regalos del señor Francisco Correa…
O la diputada activista en el antiabortismo Sandra Moneo,
otra habitual en la percepción de bolsos y otros regalos. O Luis Fraga. O
por supuesto, clásicos en la investigación del asunto como Luis
Bárcenas, Jesús Sepúlveda, marido entonces aún ejerciente de la ministra
Ana Mato, Pedro Crespo, o Gerardo Galeote.
Un listado de nombres entre
los que, por supuesto, menudean ‘populares’ de Madrid, como el después
teniente de alcalde de Madrid y entonces líder de Nuevas Generaciones,
Pedro Calvo, o Mercedes de la Merced, que tantas cosas fue en Madrid.
Viendo los listados lo que queda patente es la facilidad con la que se movía en Génova 13 el ‘ejército’ de Correa, y su ‘enraizamiento’ en la familia ‘popular’. Tanto, que en algunos casos se recoge que los regalos son para mujeres a las que se identifica simplemente por el nombre, sin apellidos.
Que el envío de regalos era masivo se ve en los pedidos que realizaba
FCS a los proveedores. Donde también queda constancia de esa apuntada
‘democracia’ en el reparto. A una empresa llamada “Abel, Artesanía de la
Piel’, por ejemplo, se le pidieron en 1996, desde ’10 tapetes de juego
con posavasos’, por los que pagaron 70.000 pesetas, hasta media docena
de bolsos de piel, pasando por 30 joyeros, 30 portafolios, 25 agendas…
Sólo un ejemplo de las muchas compras con las que la ‘factoría Correa’
producía sus beneficios." (El Plural, 03/02/2014)

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