"Tres farmacéuticos de la provincia de Málaga han sido detenidos por 
derivar fraudulentamente medicamentos de elevado coste al mercado negro 
de deportistas. Los boticarios supuestamente cargaban las medicinas, 
generalmente anticancerígenos y anabolizantes, a las tarjetas sanitarias
 de jubilados que no las necesitaban para su posterior comercialización.
 El fraude al Servicio Andaluz de Salud y a la mutualidad de funcionarios Muface supera los 500.000 euros, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
Las oficinas de farmacia investigadas se encuentran en el núcleo 
marbellí de San Pedro de Alcántara y en el municipio de Almargen, y, 
según fuentes próximas al caso, sus titulares "tienen lazos familiares" 
entre ellos. En la operación, bautizada como Apoteque, han sido 
imputados como cooperadores necesarios 23 médicos. Según el instituto 
armado, estos facultativos no cumplieron los protocolos básicos de 
observación del paciente y revisión de su historial clínico que hubieran
 hecho imposible el fraude.
La operación se inició a finales de 2011, cuando la Inspección de Farmacia de la Junta y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil
 detectaron que en una oficina de farmacia se vendía un volumen del 
fármaco Rubifén –utilizado para tratar la hiperactividad infantil- muy 
superior a la media. Al analizar el resto de ventas, se comprobó que la 
botica despachaba cantidades muy elevadas de determinados fármacos 
anticancerígenos, susceptibles de ser utilizados en el mercado negro 
para aumentar el rendimiento deportivo.
La investigación determinó que el cabecilla de la trama, empleado de 
la farmacia, utilizaba las tarjetas sanitarias de jubilados para cargar 
las medicinas, que posteriormente él mismo retiraba para su venta en el 
circuito ilegal. Este oficial de farmacia llegó a prescribir a hombres 
fármacos para el cáncer de mama y a mujeres medicinas para el cáncer de 
próstata, según la Guardia Civil. Los investigadores verificaron que los
 jubilados ni habían recibido esos medicamentos ni habían sido 
diagnosticados con las enfermedades para los que estaban indicados.
Cuando varios médicos se percataron de que a sus pacientes se les 
estaba prescribiendo ilegalmente medicinas que no necesitaban, el 
principal encausado cambió de forma de actuar. Empezó a falsificar 
informes médicos y recetas de médicos privados para conseguir ciertas 
sustancias anabolizantes. En el registro de su vivienda se encontraron 
diversos fármacos por valor de 60.000 euros, así como once sellos 
falsificados a nombre de médicos, varios talonarios de recetas de 
Muface, más de cien recetas del SAS con su correspondiente cupón 
precinto, y material informático."                (El País, 30/10/2012)
 
 
2 comentarios:
Esperemos que les quiten la Licencia administrativa de por vida y evidentemente la farmacia con la licencia vuelva a la junta y se la adjudiquen gratuitamente a alguien HONRADO.
Esperemos que les quiten la Licencia administrativa de por vida y evidentemente la farmacia y que la licencia vuelva a la junta y se la adjudiquen gratuitamente a alguien HONRADO.
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