Google usa una estrategia que también ha atraído a compañías como Microsoft o Facebook. Saca partido no solo de facturar desde Irlanda sino también de que la ley irlandesa permite alojar los beneficios en filiales en el exterior, escapando incluso del 12,5% del tipo de sociedades irlandés. Los beneficios acaban en sociedades radicadas en paraísos fiscales que no gravan las ganancias.
Google no ha sido acusada de vulnerar las normas fiscales. "Las prácticas de Google son muy similares a las de muchas otras firmas globales de varios sectores", según un portavoz de la empresa que declinó dar detalles sobre su estrategia fiscal.
Facebook, la mayor red social del mundo, está preparando una estructura similar a la de Google para enviar los beneficios desde Irlanda a las Islas Caimán, según documentos de la empresa y fuentes al tanto de sus planes.
El desvío de los beneficios comienza cuando compañías como Google venden o licencian los derechos en el exterior de propiedad intelectual desarrollada en EE UU a filiales en países con baja fiscalidad. A las matrices les interesa vender esos derechos lo más bajo posible para no tributar en EE UU por esos ingresos. Google logró el visto bueno de la Hacienda de EE UU a sus precios de transferencia. El grupo licenció su tecnología de búsqueda y publicidad y otros activos intangibles para Europa, Oriente Medio y África a una sociedad llamada Google Ireland Holdings, dueña a su vez de Google Ireland Limited.
Esta última filial en Dublín, que emplea a 2.000 personas, concentró el 88% de los ingresos de Google fuera de EE UU en 2009. Llevar los ingresos a Irlanda permite a Google evitar los altos tipos impositivos no solo de EE UU sino también de otros países europeos, entre ellos España. Pero los beneficios no se quedan en Irlanda, porque la filial en ese país paga 5.400 millones de dólares en derechos a Google Ireland Holdings, que se declara gestionada en las Bermudas. El dinero pasa antes por una sociedad holandesa para aprovechar exenciones fiscales. Al final escapa al fisco indefinidamente, aunque en teoría parte de esos beneficios podrían ser gravados al ser repatriados a Estados Unidos.
[Google Spain, la filial española, factura solo una mínima parte de los ingresos que Google logra en el mercado español. En las cuentas de 2008, últimas registradas, declaró ingresos de 17,06 millones. Sin embargo, los enlaces patrocinados en buscadores acapararon 324,4 millones en 2008 en publicidad, según el informe anual del Interactive Advertising Bureau (IAB) y PricewaterhouseCoopers (PwC).
Como la cuota de mercado de buscadores en España de Google es del 96% (datos de ComScore), los ingresos teóricos de la multinacional en España rondarían los 300 millones. Desviar los ingresos al exterior facturando desde Irlanda permitió a Google Spain declarar tan solo un beneficio bruto de 462.388 euros y destinar unicamente 140.556 euros al impuesto de sociedades en España]." (El País, economía, 22/10/2010, p. 25)
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