21.11.08

Decenas de médicos sicilianos tienen miles de clientes muertos

"La policía de finanzas ha descubierto en la isla una estafa a gran escala que implica a decenas de médicos de familia: 51.287 pacientes que llevaban muertos, en algunos casos, 20 años, continuaban vivos a efectos legales, y sus galenos seguían percibiendo el dinero mensual de la Seguridad Social.

La razón aparente es que el registro civil de la isla tarda un tiempo indeterminado en certificar las muertes de los ciudadanos sicilianos. Los investigadores tratan de discernir si eso sucede por desidia, por corrupción o por un conjunto de causas más complejo cuyo objetivo es que, pese al aumento de la mortalidad, los fondos sigan fluyendo desde el continente hasta Sicilia.

El daño al erario público causado por la estafa se estima en unos 14 millones de euros, aunque diversos medios locales coinciden en señalar que la cifra es sólo la punta de un iceberg que esconde un gigantesco caso de corrupción sanitaria. Un verdadero Sistema Sicilia donde connivencias, descuidos, chapuzas y chorizadas habrían permitido a médicos, políticos, funcionarios, dirigentes, inspectores y casas farmacéuticas realizar un bello negocio a costa de la colectividad.

Entre los casos comprobados ahora, se han hallado pacientes difuntos desde hace dos décadas que seguían siendo teóricamente atendidos por sus doctores, que no reparaban en gastos y análisis para examinar a los cadáveres. (...)

En un solo distrito sanitario de la isla, que cubre la atención de 100.000 pacientes, los medios locales han certificado que sólo en un semestre de 2006 se realizaron 310.000 análisis de laboratorio; 18.300 servicios cardiológicos; 30.000 prestaciones de odontología, y 66.000 curas de fisioterapia. En total, cinco millones de euros de gasto. Según ironiza el combativo blog Observatorio Siciliano, si todas esas pruebas fueran reales, "la isla estaría en plena emergencia sanitaria, porque al menos el 50% de la población presenta patologías". (El País, ed. Galicia, Internacional, 17/11/2008, p. 5)

No hay comentarios: