25.9.18

Baselga deja la dirección médica del Memorial Sloan Kettering. El oncólogo español omitió los vínculos financieros con empresas farmacéuticas. Publicó artículos científicos favorables a empresas sin informar que recibía dinero de esas firmas

"Josep Baselga renuncia a la dirección médica del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York. 

Lo hace solo cinco días después de que una investigación conjunta del diario The New York Times y ProPublica revelara el pasado fin de semana que el oncólogo, una de las figuras más destacadas en la investigación de terapias para combatir el cáncer, no hizo públicos pagos que recibió de las grandes multinacionales farmacéuticas y biotecnológicas.

La dimisión se hizo pública entrada la tarde del jueves por parte de consejero delegado del centro hospitalario en Manhattan, Craig Thompson. El barcelonés ocultó que cobros varios millones de dólares con cerca de 60 artículos científicos publicados con su nombre entre 2013 y 2017. La dirección del MSK mandó tras revelarse el conflicto de interés una nota interna a sus empleados urgiéndoles la máxima transparencia al declarar sus vínculos con la industria farmacéutica.

“Es un cuestión muy seria”, se puede leer en el primer párrafo de la carta firmada por el propio Craig Thompson y Kathryn Martin. Se trata, añaden, de garantizar la “calidad, seguridad y excelencia” de la labor de investigación que hace el centro y el cuidado de sus pacientes. Las normas, insisten, “se aplican a todos los miembros” del MSK. También pidió a Baselga que revise todos sus trabajos y corrija los estudios de la manera conveniente para ajustarse a las reglas.

El propio Baselga reconoció al The New York Times que se trató de un error y explicó que se debió a un problema de supervisión en la elaboración de los artículos científicos. La dirección del MSK admite que el proceso de desclasificación de conflictos de interés es “complejo” y que existe una “nebulosa” en las líneas directrices sobre cuándo y cómo se debe revelar voluntariamente este tipo de información financiera. Pero insisten en que la responsabilidad última es del autor.

El oncólogo español violó las normas cuando presidió la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer. El lapso coincidió además siendo editor de una de las revistas en las que se publicaban sus trabajos. El MSK es uno de los centros que en EE UU lidera la investigación en la lucha contra el cáncer, lo que está obligando a sus gestores a moverse rápido para contener los daños a su reputación. Baselga asegura que estos pagos no afectaron a su investigación."               (El País, 14/09/18)


"El director médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York publicó artículos científicos favorables a empresas sin informar que recibía dinero de esas firmas.

El  director médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, el español Josep Baselga, no informó de que en los últimos años había recibido millones de dólares de farmacéuticas sobre las cuales escribía docenas de artículos de investigación, según publica The New York Times

El periódico estadounidense en colaboración con ProPublica, una organización de periodismo de investigación sin ánimo de lucro, desveló el sábado pasado la mala praxis de Baselga al publicar en prestigiosas publicaciones como The New England Journal of Medicine y The Lancet. "Reconozco que ha habido inconsistencias, pero eso es lo que es", dijo Baselga al Times, intentando zanjar la polémica.  (...)

Según el rotativo, Baselga dio en 2017 un giro positivo en los resultados de dos ensayos clínicos patrocinados por Roche, que muchos otros consideraron decepcionantes. Cuando lo hizo, no reveló su relación con la empresa.

 Desde 2014, ha recibido más de tres millones de dólares (2,5 millones de euros) de Roche en honorarios de consultoría y por su participación en una compañía. Tras la publicación del artículo, la AACR, la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica y la New England Journal of Medicine están investigando el caso.

Baselga no cuestionó sus relaciones con al menos una docena de estas compañías y dijo a The New York Times que esas omisiones no fueron intencionadas. Hizo hincapié en que gran parte de su trabajo en la industria era públicamente conocido, aunque se negó a proporcionar cifras de pago de su participación en algunas nuevas empresas de biotecnología.  (...)
Las extensas relaciones corporativas del doctor Baselga -y su frecuente olvido en divulgarlas- ilustran lo permeables que son las fronteras entre la investigación académica y la industria, y cómo las revistas médicas y las sociedades profesionales encargadas de vigilarlas imponen los requisitos de información.

 A los especialistas en ética les preocupa que los enredos externos influyan en la forma en que se diseñan los estudios y se prescriben los medicamentos a los pacientes.

Baselga se comprometió a corregir en 17 artículos sus informes de conflicto de intereses, incluidos The New England Journal of Medicine, The Lancet y la publicación que edita, Cancer Discovery.(...)"                     (Antonia Laborde, El País, 10/09/18)

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