"(...) La finalidad no escondida no puede ser otra que el afán partidista
de control del Consejo General del Poder Judicial, del que depende la
promoción profesional y el castigo disciplinario de los jueces, como
mecanismo para el control de los mismos.
Los jueces que investigan la
corrupción son, a su vez, gobernados por un órgano cuyos miembros son
directamente nombrados por los líderes de los partidos políticos
investigados”. (Leer el comunicado).
Y digo que esta hipótesis no es descabellada, porque
recientemente se ha conocido que el director de la Agencia Tributaria,
Santiago Menéndez, obviamente nombrado por el Gobierno, intervendrá
directamente en la designación de los peritos de Hacienda que
intervengan en casos de corrupción o de personas aforadas.
Es una
instrucción del mes de octubre por la que Menéndez se reserva la
designación de los peritos que hayan solicitado los jueces en casos de
delito fiscal y blanqueo de capitales.
Hasta ahora, el director de la
Agencia Tributaria no intervenía directamente en el nombramiento de los
peritos, sino que los proponían los jefes de los órganos de la agencia
y, en ocasiones, los jueces reclamaban a algún inspector que ya hubiera
trabajado con ellos.
Pero ahora, la sospecha es que la medida permitirá
al director “colocar” a peritos amigos en casos que afecten a políticos o miembros de las instituciones. Un flaco servicio a la justicia.
También se ha conocido estos días que el “caso Gürtel”, en
el que se investiga una inmensa trama de corrupción que afecta al PP, es
una maldición para los jefes de la policía judicial. Dos de ellos han
sido destituidos sucesivamente y solo durante el actual Gobierno del PP.
La destitución del último parece que tiene que ver con los informes
enviados al juzgado por sus subordinados en relación con la ministra Ana
Mato y el extesorero del partido, Luis Bárcenas. Además, la Dirección
de la Policía nombrará a dedo antes de fin de año a los jefes de cuatro
brigadas de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), que se
encargan de investigar la corrupción. Hagan apuestas sobre cómo serán.
El caso es que el PP controla en la actualidad todos los puntos clave
de la justicia: El Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo, el
Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado. Más
Hacienda y la Policía.
Si condenan a dirigentes del PP por la Gürtel,
los papeles de Bárcenas y los distintos chanchullos en los que están
implicados estos honradísimos próceres, no será justicia, será milagro.
No deja de ser divertido que los juristas elegidos para el Consejo
del Poder Judicial lo primero que han hecho tras ser nombrados haya sido
presumir de independencia respectode los partidos que les han
propuesto y designado." (José Yoldi, Cuarto Poder, 02/12/2013)
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