Esa percepción no parece afectar a las expectativas de voto del PP, a pesar de que los españoles consideran que la corrupción y la actuación de los políticos están en los primeros lugares de sus preocupaciones.
La explicación de la aparente contradicción es que, por un lado, es mucho más intensa la sensación de pesimismo sobre la crisis económica y la preocupación sobre sus consecuencias. Es decir, que puede más la preocupación sobre la crisis económica y el desgaste del Gobierno por ello que el rechazo que puedan provocar los casos de corrupción vinculados al PP.
La otra explicación podría ser que el sondeo oficial muestra una cierta resignación de los ciudadanos sobre la corrupción, viéndola como casi irremediable. Así, la mayoría está de acuerdo o muy de acuerdo con que hay corrupción porque forma parte de la naturaleza humana y siempre existirá y no es algo propio de la cultura española.
Y un 85,9% cree que la corrupción existe porque la Administración la permite y no la persigue lo suficiente, es decir, disculpando a los políticos. (...)
Un 79,4% valora la honestidad en los políticos, pero hasta un 24,8% prefiere un político eficaz, aunque sea más bien corrupto, según los datos del sondeo oficial. Los españoles entienden que las entidades más afectadas por la corrupción son las comunidades autónomas y los Ayuntamientos, por encima de la Administración central y las instituciones europeas." (El País, 07/07/2011, p. 16)
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