Los jueces han logrado recaudar en el procedimiento civil 1.646.845 euros con el embargo de cuentas corrientes y la subasta de algunas de sus propiedades intervenidas en España, 6 de sus 15 pisos, una cantidad que sólo representa el 8,7% de los 19 millones de euros que adeuda al Estado (ver gráfico).
El grueso de su fortuna, equivalente a 10 millones de euros del año 1993, se encuentra escondido en un territorio ignoto y a buen recaudo. Los testaferros Jean Henry, un bombero suizo alcoholizado, y Jack Pierre Aberlé, un tipo que acabó de indigente, murieron como dignos personajes de novela. (...)
Ahora los planes del ex director de la Guardia Civil apuntan fuera de España. En la isla de San Bartolomé, una roca de 25 kilómetros cuadrados en las Antillas francesas, Roldán compró una coqueta villa de tres habitaciones, salón, tres baños y piscina.
Se llamaba Marie Blanche (María Blanca), en honor de su segunda mujer, Blanca Rodríguez-Porto, de 52 años, una gallega con la que tuvo dos hijos después de separarse de su primera esposa. La visitaban en Semana Santa, sólo con sus amigos más íntimos, y sin la presencia de escoltas o testigos incómodos que se preguntaran cómo el jefe de los 75.000 guardias civiles tenía una propiedad en el barrio de Marigot, el más exclusivo de la isla, donde exhiben sus casas de verano las primeras fortunas de Francia (...)
En París el matrimonio disfrutó de un piso señorial de 255 metros cuadrados en el número 3-5 de la calle del General Detrié, junto a la Torre Eiffel y los Campos de Marte, en el distrito número siete, uno de los más exclusivos de la capital francesa, un escenario de glamour y lujo que a Blanca le fascinaba. Otra de sus joyas inmobiliarias en el extranjero que la justicia tampoco ha logrado embargar.
"Con la Operación Esmeraldas que les montó Francisco Paesa lograron salvar estas dos propiedades", recuerda Conrado Pérez, el perito que dedicó varios años a descifrar el enorme rompecabezas de los centenares de cheques que cobraba Roldán de las principales constructoras del país (Huarte, Cubiertas y MZOV, Agromán, Obrascón, Laín) por la construcción de los cuarteles de la Guardia Civil, así como del uso fraudulento de fondos reservados de Interior durante los mandatos de José Luis Corcuera y Rafael Vera. (...)
Las sociedades Emeraude Vert y Emeraude Bleu (esmeralda verde y esmeralda azul), inscritas en la ciudad de Thonon y constituidas por Costacurta, compraron el piso de París y la villa de San Bartolomé y pagaron a los Roldán 1,2 millones de euros. Lo que no consta en las escrituras de venta es que los Roldán habían enviado el dinero de la compra simulada al propio Costacurta tres meses antes.
El notario francés ignoraba que la pareja española acababa de venderse a sí misma sus propiedades. La policía suiza encontró en la casa de Costacurta los 200.000 euros que el testaferro cobró por la simulación, pero las joyas inmobiliarias del matrimonio ya estaban a salvo. "Intentamos embargar estas dos casas. Mandé agentes a París y a San Bartolomé, pero fue imposible", se lamenta Rafael Bermejo, el comisario de policía que participó en la detención de Roldán en Bangkok. (...)
De los 10 millones de euros que Roldán ocultaba en sus cuentas suizas del banco CBI-TDB no se sabe nada. La última pista conocida condujo hasta el Overseas Union Bank, un banco de Singapur donde los hermanos y abogados luxemburgueses Monique y Jean Paul Goerens, clientes de Paesa, abrieron cuentas a nombre de la sociedad Almeida Invesments en las que recaló el botín.
El llamado efecto helicóptero, mover el dinero de un lugar a otro a velocidad de vértigo, volvió locos a los peritos que le seguían la pista. "El dinero hay que moverlo continuamente porque si no te pillan. Ellos iban en un avión de reacción y nosotros en coche.
Nadie es tan tonto de dejar quieto el dinero, sobre todo si sabes que te están siguiendo. Lo perdimos en Singapur. Allí se rompió la cadena. Fue una auténtica pena porque el país se negó a colaborar", se lamenta el perito Conrado Pérez.
La cadena de la que habla Pérez arrancó en el banco de Ginebra donde Roldán ocultaba los 10 millones de euros; y siguió en la sede del Aresbank en Madrid donde los testaferros Henry y Aberlé abrieron por orden de Paesa dos cuentas a nombres de sociedades domiciliadas en San Vicente (islas Granadinas) y en Irlanda.
Ahí se produjo el primer salto del dinero y desde esa entidad, presidida entonces por Luis Vañó y donde trabajó Beatriz García, sobrina de Paesa, se inició el efecto helicóptero que movió el dinero de un sitio a otro hasta terminar en Singapur, un férreo paraíso fiscal.
Alejandro Luzón, el fiscal anticorrupción, lo recuerda así: "La colaboración de Suiza nos permitió seguir muy bien la pista del dinero, pero Singapur devolvió la comisión rogatoria (auxilio judicial) y se negó a colaborar. Este dinero puede estar ahora en cualquier sitio, hay muchas leyendas, pero la única realidad es que Roldán no lo ha devuelto". (...)"Cometió delitos muy graves y ha cumplido como pocos en este país. Y lo ha cumplido de verdad. Sobre todo si lo comparamos con Mario Conde y otros", apostilla Luzón. " (El País, Domingo, 14/02/2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario