El coronel Ortiz Clavero, en una imagen de la revista de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil
"La Dirección General de la Guardia Civil decidió a primera hora de la
tarde de este miércoles destituir de su puesto al alto mando de la
Guardia Civil imputado por narcotráfico en un Juzgado de Granada.
Una
fuente oficial del Instituto Armado atribuyó el cese de Francisco García
Santaella a la "pérdida de confianza de sus mandos". La decisión se
produjo a las pocas horas de que eldiario.es revelara la situación
judicial del coronel, cuya imputación tuvo lugar el pasado mes de marzo. (...)
García Santaella ocupaba un puesto de libre designación en la
Subdirección General de Personal. El coronel estará en su casa y dejará
de cobrar los complementos propios del destino que tenía mientras se
resuelve su situación judicial. La misma fuente oficial explicó que el
coronel Santaella era objeto de una información reservada desde finales
de marzo, cuando se tuvieron las primeras noticias de la investigación. (...)
La rápida reacción de la Dirección General tras la información de
eldiario.es contrasta con la actitud mantenida con Santaella en los
últimos tiempos, incluso cuando ya conocía que existían sólidos indicios
contra él por tráficos de drogas. De hecho, el ministro del Interior,
Jorge Fernández Díaz, firmó la concesión de la Cruz de Plata al Mérito
para García Santaella el 2 de febrero de este mismo año.
En ese momento,
los agentes Antidroga de Granada llevaban tres meses acumulando
indicios contra García Santaella y solo faltaba la imputación por parte
del juez de Granada, que finalmente se produjo en marzo. (...)
La condecoración al coronel imputado se produjo a
propuesta del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de
Mesa, quien ha destituido al coronel tras la información publicada. El
imputado por narcotráfico trabajaba a escasos metros del político
elegido por Mariano Rajoy para dirigir el Cuerpo.
Los
primeros indicios contra el coronel fueron encontrados el 15 de
noviembre pasado, cuando dos cabecillas de una banda de narcos
identificaron a Santaella como su contacto en la Guardia Civil para la
introducción de seis toneladas de hachís por la costa de Granada entre
2005 y 2006. Lo hicieron por separado, sin poder hablar antes entre
ellos y con total coincidencia en su relato. También por separado
reconocieron a García Santaella sin género de dudas entre las ocho fotos
de hombres de similar edad y raza blanca que se les mostraron. (...)
Como informó este miércoles eldiario.es, García
Santaella se disponía a ascender a general de la Guardia Civil de forma
inmediata. Para ello, realizó el curso necesario entre el 28 de enero y
el 15 de marzo de 2013. Solo resta la decisión “política” para que pase a
lucir las tres estrellas en su uniforme, según las fuentes consultadas.
Las diligencias del caso apuntan a que Santaella habría recibido 390.000 euros
de su relación con la banda de narcos desarticulada en noviembre de
2008. El guardia civil, según el testimonio de los detenidos, cobró
120.000 euros por cada entrada de hachís por la costa que facilitó, tres
en total.
Los narcos habrían importado más de 6 toneladas en esas
entregas. Además, Santaella habría sustraído en 2006 una incautación de
la Guardia Civil y se la habría entregado a uno de ellos para que la
vendiera y repartirse las ganancias a la mitad. El narco asegura que
tardó dos semanas en poner el hachís en venta y ganar 60.000 euros, de
los que 30.000 fueron al alto mando de la Guardia Civil.
Las fuentes del Cuerpo consultadas muestran su extrañeza por la
trayectoria de Santaella. El hoy coronel es un elemento sospechoso desde
hace años. De hecho, uno los narcos aseguró ante los agentes Antidroga
que el propio Santaella le había dicho que se iba destinado a Madrid
porque le estaban vigilando.
Incluso describe un episodio de
seguimientos por la unidad de Asuntos Internos en verano de 2006, hace
nueve años.
Desde Granada, Santaella fue enviado a
destinos considerados como “de castigo”, como la intervención de armas o
el Seprona. Pero con la llegada del PP al Gobierno y de Fernández de
Mesa a la Guardia Civil, volvió a pisar la zona noble de la Dirección
General." (Pedro Águeda
, eldiario.es, 22/04/2015)
"Imputado un exjefe de Asuntos Internos de la Guardia Civil por exculpar al coronel implicado en narcotráfico.
La investigación a un alto mando de la Guardia Civil
por narcotráfico ha dado un nuevo giro con la citación por parte de la
jueza del caso de otro coronel, el que fuera jefe de Asuntos Internos de
la Benemérita Francisco Ortiz Clavero.
Según informaron fuentes
jurídicas, Ortiz Clavero deberá prestar declaración el próximo 19 de
noviembre, en calidad de imputado, para aclarar por qué la investigación
que realizó su unidad a Francisco García Santaella en 2006 nunca
prosperó ni llegó a un juzgado.
García Santaella está
imputado por pertenencia a una banda de traficantes de hachís, de los
que habría recibido más de 480.000 euros durante su etapa como
comandante en Granada. Próximo a ascender a general, solo fue suspendido
de su último destino, en la Dirección General de la Guardia Civil, cuando eldiario.es desveló el pasado abril la imputación por tráfico de drogas, cohecho y asociación ilícita, entre otros. Tres meses antes, Interior había condecorado
al coronel imputado, a pesar de que ya constaban contundentes indicios
en su contra. En el momento de la destitución, García Santaella
aguardaba la orden política para ser ascendido a general.
La operación Golia era otra más de
las que llevaba a cabo el Equipo contra la Delincuencia Organizada
(EDOA) en Granada el pasado año. Hasta que los investigadores se
detuvieron en una fugaz referencia a un tal ‘Padre’ entre las horas y
horas de pinchazos telefónicos a los cabecillas de la red de tráfico de
hachís.
Tras su detención, éstos confesarían que con ese apelativo se
referían a Francisco García Santaella, antiguo jefe de Policía Judicial e
Información en la Comandancia de Granada y con el que habrían
colaborado en el pasado para la introducción de al menos tres alijos con
toneladas de hachís por la costa entre 2005 y 2006.
El relato de los narcos ha sido comprobado durante meses por los
investigadores. Y en medio de ese relato, un pasaje de cuya importancia
los agentes Antidroga se percataron de inmediato. Según uno de los
cabecillas de la organización delictiva, el Servicio de Asuntos Internos
de la Guardia Civil andaba tras sus pasos en 2006, la época en la que
el guardia civil y los narcos colaboraban.
Asuntos Internos, al menos en
el Instituto Armado, solo participa en investigaciones que afectan a
miembros del Cuerpo. La conclusión era clara: alguien había investigado a
García Santaella mucho antes que ellos.
El relato
del narco David García, ‘Cani’, se remonta a finales del verano de 2006,
cuando se percató de la presencia de un vehículo cerca de su domicilio
que despertó sus sospechas. Tenía un parasol en la ventanilla derecha
del asiento trasero y al día siguiente, el mismo parasol había sido
colocado en el lado contrario.
Así que decidió acercarse y pudo ver cómo
unos cables salían del parasol e iban a parar a una pequeña mochila. Lo
primero que hizo fue llamar a su presunto colaborador en la Guardia
Civil, el comandante Santaella. Se entrevistaron en un centro comercial
de Granada y el narco facilitó los datos del vehículo al guardia civil.
Según consta en el atestado policial, al que ha tenido acceso
eldiario.es, ambos se despidieron, pero el comandante volvió a
telefonear a los veinte minutos, citando a su interlocutor en el mismo
centro comercial donde se acababan de encontrar. ”Le dijo que ese
vehículo era de Asuntos Internos y que si alguna vez le preguntaban por
su relación, dijera que era un colaborador de la Guardia Civil para el
tema de alijos”, escriben los investigadores.
Como con el resto de las afirmaciones de los narcos
sobre Santaella, los agentes del EDOA de la Guardia Civil comenzaron
las comprobaciones. No tardaron en constatar que, según recoge una nota
de interna ese día, agentes del Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la
Guardia Civil fueron sorprendidos por el ‘Cani’ cuando procedían a
instalar un “medio técnico” en un coche oficial. Era 24 de septiembre de
2006.
También han encontrado la consulta que el
comandante Santaella realizó a la Central Operativa de Servicio (COS)
sobre la matrícula de ese coche. El COS informó al mando de que esa
matrícula era reservada y que el vehículo pertenecía a la Secretaría de
Estado de Seguridad. “El comandante hizo gestiones y supo que se trataba
de un vehículo del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil”,
añade el atestado.
Los agentes del EDOA claman en su
atestado contra la “traición” del comandante: “De tal magnitud fue el
riesgo al que el comandante sometió a los agentes de la Guardia Civil
que en una ocasión llegó a manifestar a David que la Unidad de Asuntos
Internos de la Guardia Civil los estaba investigando (…) Dicha
revelación comprometió la seguridad de los agentes participantes en esos
operativos”.
La jueza tiene en su poder los informes
de las investigaciones que Asuntos Internos realizó a Santaella entre
2006 y 2008, según fuentes de las pesquisas. Ahora quiere saber por qué
todos los indicios recabados sobre el comandante fueron descartados por
Asuntos Internos y nunca fueron entregados a un juez.
De ahí que haya
comenzado por llamar a declarar al máximo responsable de los guardias
que investigan a otros guardias en la época en que se produjeron los
hechos. Francisco Ortiz Clavero, entonces teniente coronel, está en la
actualidad destinado en la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil,
aunque se encuentra en la reserva.
'Modus operandi'
La investigación de los agentes Antidroga de la Guardia Civil ha
incluido numerosos interrogatorios a los subordinados de Santaella en la
época del coronel en Granada. Los investigadores han comprobado cómo el
mando se inmiscuyó en la labor de sus subordinados y actuó de forma que
levantó sus sospechas, sin que pasaran de ahí por las coartadas que
construía desde su puesto de mando.
Los agentes han dividido el modus operandi
de Santaella en dos tipos. En la primera, el mando comentaba a sus
subordinados información obtenida de sus supuestos confidentes sobre
entradas de hachís que se iban a producir.
Pero no abría una
investigación, ni informaba a la Fiscalía. Simplemente, organizaba un
operativo, incautaba un alijo, formado por hachís de mala calidad, y al
tiempo permitía que los narcos introdujeran otro sin ser detectados.
Después cobraba 120.000 euros por entrada. Los agentes han documentado
tres de ellas.
El segundo método era más básico. Con
total impunidad, el comandante se acercaba al lugar de las incautaciones
y se quedaba con parte de los alijos. Para garantizarse que no era
descubierto, llegó a preguntar en una ocasión al guardia encargado de
monitorizar las cámaras del SIVE si le podía ver desde su posición. Por
este método, Santaella cobró 60.000 euros en dos ocasiones.
Según ha avanzado la investigación, los agentes han elevado el peso del
coronel Santaella en la organización, “erigiéndose desde el principio
entre los dirigentes". Según los investigadores, el entonces comandante
daba "órdenes a la organización delictiva de cómo tenían que hacerse las
cosas, pasando de forma inmediata a poner a disposición de dichos
criminales a la gloriosa Institución de la Guardia Civil, así como la
vida de los agentes y la estabilidad de sus familias”.
Tal fue el poder acumulado en Granada por García Santaella, que el EDOA
escribe: “De forma gráfica se podría definir a dicho comandante como el
titiritero que movía los hilos de la Comandancia en aquel entonces,
siendo todas las unidades y especialidades de Guardia Civil marionetas
en sus manos, no teniendo las mínima consciencia de lo que estaba
haciendo con ellas, ni los entresijos que significaban las órdenes dadas
a cada agente, órdenes secretas e individueales que de este modo no
despertaban sospecha, pero que analizándolas desde un prisma superior y
de conjunto, se configuran y encajan en un puzle delictivo de
proporciones colosales”. (Pedro Águeda
, eldiario.es, 21/09/2015)
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