23.9.15

La Guardia Civil destituye a un coronel y a un ex-jefe de Asuntos Internos por narcotráfico

 
 El coronel Ortiz Clavero, en una imagen de la revista de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil

"La Dirección General de la Guardia Civil decidió a primera hora de la tarde de este miércoles destituir de su puesto al alto mando de la Guardia Civil imputado por narcotráfico en un Juzgado de Granada. 

Una fuente oficial del Instituto Armado atribuyó el cese de Francisco García Santaella a la "pérdida de confianza de sus mandos". La decisión se produjo a las pocas horas de que eldiario.es revelara la situación judicial del coronel, cuya imputación tuvo lugar el pasado mes de marzo.  (...)

García Santaella ocupaba un puesto de libre designación en la Subdirección General de Personal. El coronel estará en su casa y dejará de cobrar los complementos propios del destino que tenía mientras se resuelve su situación judicial. La misma fuente oficial explicó que el coronel Santaella era objeto de una información reservada desde finales de marzo, cuando se tuvieron las primeras noticias de la investigación. (...)

La rápida reacción de la Dirección General tras la información de eldiario.es contrasta con la actitud mantenida con Santaella en los últimos tiempos, incluso cuando ya conocía que existían sólidos indicios contra él por tráficos de drogas. De hecho, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, firmó la concesión de la Cruz de Plata al Mérito para García Santaella el 2 de febrero de este mismo año. 

En ese momento, los agentes Antidroga de Granada llevaban tres meses acumulando indicios contra García Santaella y solo faltaba la imputación por parte del juez de Granada, que finalmente se produjo en marzo. (...)

La condecoración al coronel imputado se produjo a propuesta del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, quien ha destituido al coronel tras la información publicada. El imputado por narcotráfico trabajaba a escasos metros del político elegido por Mariano Rajoy para dirigir el Cuerpo.

Los primeros indicios contra el coronel fueron encontrados el 15 de noviembre pasado, cuando dos cabecillas de una banda de narcos identificaron a Santaella como su contacto en la Guardia Civil para la introducción de seis toneladas de hachís por la costa de Granada entre 2005 y 2006. Lo hicieron por separado, sin poder hablar antes entre ellos y con total coincidencia en su relato. También por separado reconocieron a García Santaella sin género de dudas entre las ocho fotos de hombres de similar edad y raza blanca que se les mostraron. (...)

Como informó este miércoles eldiario.es, García Santaella se disponía a ascender a general de la Guardia Civil de forma inmediata. Para ello, realizó el curso necesario entre el 28 de enero y el 15 de marzo de 2013. Solo resta la decisión “política” para que pase a lucir las tres estrellas en su uniforme, según las fuentes consultadas.

Las diligencias del caso apuntan a que Santaella  habría recibido 390.000 euros de su relación con la banda de narcos desarticulada en noviembre de 2008. El guardia civil, según el testimonio de los detenidos, cobró 120.000 euros por cada entrada de hachís por la costa que facilitó, tres en total. 

Los narcos habrían importado más de 6 toneladas en esas entregas. Además, Santaella habría sustraído en 2006 una incautación de la Guardia Civil y se la habría entregado a uno de ellos para que la vendiera y repartirse las ganancias a la mitad. El narco asegura que tardó dos semanas en poner el hachís en venta y ganar 60.000 euros, de los que 30.000 fueron al alto mando de la Guardia Civil.

Las fuentes del Cuerpo consultadas muestran su extrañeza por la trayectoria de Santaella. El hoy coronel es un elemento sospechoso desde hace años. De hecho, uno los narcos aseguró ante los agentes Antidroga que el propio Santaella le había dicho que se iba destinado a Madrid porque le estaban vigilando.

 Incluso describe un episodio de seguimientos por la unidad de Asuntos Internos en verano de 2006, hace nueve años.
La investigación a un alto mando de la Guardia Civil por narcotráfico ha dado un nuevo giro con la citación por parte de la jueza del caso de otro coronel, el que fuera jefe de Asuntos Internos de la Benemérita Francisco Ortiz Clavero. 

Según informaron fuentes jurídicas, Ortiz Clavero deberá prestar declaración el próximo 19 de noviembre, en calidad de imputado, para aclarar por qué la investigación que realizó su unidad a Francisco García Santaella en 2006 nunca prosperó ni llegó a un juzgado.

García Santaella está imputado por pertenencia a una banda de traficantes de hachís, de los que habría recibido más de 480.000 euros durante su etapa como comandante en Granada. Próximo a ascender a general, solo fue suspendido de su último destino, en la Dirección General de la Guardia Civil,  cuando eldiario.es desveló el pasado abril la imputación por tráfico de drogas, cohecho y asociación ilícita, entre otros. Tres meses antes, Interior había condecorado al coronel imputado, a pesar de que ya constaban contundentes indicios en su contra. En el momento de la destitución, García Santaella aguardaba la orden política para ser ascendido a general.

La operación Golia era otra más de las que llevaba a cabo el Equipo contra la Delincuencia Organizada (EDOA) en Granada el pasado año. Hasta que los investigadores se detuvieron en una fugaz referencia a un tal ‘Padre’ entre las horas y horas de pinchazos telefónicos a los cabecillas de la red de tráfico de hachís. 

Tras su detención, éstos confesarían que con ese apelativo se referían a Francisco García Santaella, antiguo jefe de Policía Judicial e Información en la Comandancia de Granada y con el que habrían colaborado en el pasado para la introducción de al menos tres alijos con toneladas de hachís por la costa entre 2005 y 2006.

El relato de los narcos ha sido comprobado durante meses por los investigadores. Y en medio de ese relato, un pasaje de cuya importancia los agentes Antidroga se percataron de inmediato. Según uno de los cabecillas de la organización delictiva, el Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil andaba tras sus pasos en 2006, la época en la que el guardia civil y los narcos colaboraban. 

Asuntos Internos, al menos en el Instituto Armado, solo participa en investigaciones que afectan a miembros del Cuerpo. La conclusión era clara: alguien había investigado a García Santaella mucho antes que ellos.

El relato del narco David García, ‘Cani’, se remonta a finales del verano de 2006, cuando se percató de la presencia de un vehículo cerca de su domicilio que despertó sus sospechas. Tenía un parasol en la ventanilla derecha del asiento trasero y al día siguiente, el mismo parasol había sido colocado en el lado contrario. 

Así que decidió acercarse y pudo ver cómo unos cables salían del parasol e iban a parar a una pequeña mochila. Lo primero que hizo fue llamar a su presunto colaborador en la Guardia Civil, el comandante Santaella. Se entrevistaron en un centro comercial de Granada y el narco facilitó los datos del vehículo al guardia civil.

Según consta en el atestado policial, al que ha tenido acceso eldiario.es, ambos se despidieron, pero el comandante volvió a telefonear a los veinte minutos, citando a su interlocutor en el mismo centro comercial donde se acababan de encontrar. ”Le dijo que ese vehículo era de Asuntos Internos y que si alguna vez le preguntaban por su relación, dijera que era un colaborador de la Guardia Civil para el tema de alijos”, escriben los investigadores.

Como con el resto de las afirmaciones de los narcos sobre Santaella, los agentes del EDOA de la Guardia Civil comenzaron las comprobaciones. No tardaron en constatar que, según recoge una nota de interna ese día, agentes del Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la Guardia Civil fueron sorprendidos por el ‘Cani’ cuando procedían a instalar un “medio técnico” en un coche oficial. Era 24 de septiembre de 2006.

También han encontrado la consulta que el comandante Santaella realizó a la Central Operativa de Servicio (COS) sobre la matrícula de ese coche. El COS informó al mando de que esa matrícula era reservada y que el vehículo pertenecía a la Secretaría de Estado de Seguridad. “El comandante hizo gestiones y supo que se trataba de un vehículo del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil”, añade el atestado.

Los agentes del EDOA claman en su atestado contra la “traición” del comandante: “De tal magnitud fue el riesgo al que el comandante sometió a los agentes de la Guardia Civil que en una ocasión llegó a manifestar a David que la Unidad de Asuntos Internos de la Guardia Civil los estaba investigando (…) Dicha revelación comprometió la seguridad de los agentes participantes en esos operativos”.

La jueza tiene en su poder los informes de las investigaciones que Asuntos Internos realizó a Santaella entre 2006 y 2008, según fuentes de las pesquisas. Ahora quiere saber por qué todos los indicios recabados sobre el comandante fueron descartados por Asuntos Internos y nunca fueron entregados a un juez. 

De ahí que haya comenzado por llamar a declarar al máximo responsable de los guardias que investigan a otros guardias en la época en que se produjeron los hechos. Francisco Ortiz Clavero, entonces teniente coronel, está en la actualidad destinado en la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil, aunque se encuentra en la reserva.

'Modus operandi'

La investigación de los agentes Antidroga de la Guardia Civil ha incluido numerosos interrogatorios a los subordinados de Santaella en la época del coronel en Granada. Los investigadores han comprobado cómo el mando se inmiscuyó en la labor de sus subordinados y actuó de forma que levantó sus sospechas, sin que pasaran de ahí por las coartadas que construía desde su puesto de mando.

Los agentes han dividido el modus operandi de Santaella en dos tipos. En la primera, el mando comentaba a sus subordinados información obtenida de sus supuestos confidentes sobre entradas de hachís que se iban a producir. 

Pero no abría una investigación, ni informaba a la Fiscalía. Simplemente, organizaba un operativo, incautaba un alijo, formado por hachís de mala calidad, y al tiempo permitía que los narcos introdujeran otro sin ser detectados. Después cobraba 120.000 euros por entrada. Los agentes han documentado tres de ellas.

El segundo método era más básico. Con total impunidad, el comandante se acercaba al lugar de las incautaciones y se quedaba con parte de los alijos. Para garantizarse que no era descubierto, llegó a preguntar en una ocasión al guardia encargado de monitorizar las cámaras del SIVE si le podía ver desde su posición. Por este método, Santaella cobró 60.000 euros en dos ocasiones.

Según ha avanzado la investigación, los agentes han elevado el peso del coronel Santaella en la organización, “erigiéndose desde el principio entre los dirigentes". Según los investigadores, el entonces comandante daba "órdenes a la organización delictiva de cómo tenían que hacerse las cosas, pasando de forma inmediata a poner a disposición de dichos criminales a la gloriosa Institución de la Guardia Civil, así como la vida de los agentes y la estabilidad de sus familias”.

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